La evolución de los programas de empleo en Cáritas

Ramón Ibeas ofreció una charla en Cáritas zona Este el pasado lunes.

El secretario general de Cáritas, Ramón Ibeas, respondió a la invitación de la zona Este para compartir la evolución de las líneas de trabajo de Cáritas en relación a la inserción por el empleo. Durante su exposición ofreció un recorrido desde los primeros talleres de artesanía y madera y los roperos parroquiales hasta lo que hoy es una apuesta clara por la promoción de personas para acceder al mercado laboral normalizado.

Inicios

Durante más de veinte años, los programas de empleo habían cumplido la función de formar en habilidades sociales y trabajar la capacitación para el acceso al mercado laboral. Con la llegada de la crisis, Cáritas enfrenta la realidad de que no estaba ofreciendo respuestas suficientes ante el desempleo.

A esta coyuntura se une la urgencia de trasladar los talleres de Cáritas, porque los locales de la calle Basoa donde estaban ubicados no reunían las condiciones necesarias.

Ramón Ibeas contó a los presentes cómo la necesidad de responder al cambio de ubicación fue el momento propicio para abrir una reflexión profunda sobre los nuevos retos y las respuestas que Cáritas podría ofrecer. Los más de veinte años de colaboración con la empresa de inserción Rezikleta para la recogida de la ropa donada en los roperos parroquiales, se ofrecen como un primer paso en el diseño de una línea de trabajo más eficaz. Cáritas entiende que necesita de un ámbito en el que sea posible generar contratos de inserción para las personas que desarrollan procesos de formación y capacitación laboral. Por otra parte, sigue siendo necesario cuidar la formación y el trabajo desarrollado en los talleres ocupacionales y prelaborales.

Nuevos retos, respuestas nuevas

Cáritas decide formar una cooperativa junto a Koopera, y abrir una puerta para la realización de contratos a personas que se habían estado formando en los talleres de reciclaje de la ropa. Berjantzi S. Coop. es finalmente una cooperativa formada por Cáritas, Koopera y trabajadoras cooperativistas. Por su parte, los talleres prelaborales responden con un cierto ritmo de producción que hace posible el salto al empleo de inserción para algunas personas.

Paralelamente, Cáritas entra a formar parte del patronato de la Fundación Giltza, otro espacio de acceso a contratos en las empresas de inserción de la fundación.

Un escenario más para la inserción laboral es Koopera Servicios Ambientales de la que Cáritas es también parte y brinda la oportunidad de emplear a  personas que se han formado en las huertas de Cáritas.

El trabajo en el escenario de cooperativa permite a Cáritas presentarse a concursos y acceder a espacios nuevos que a su vez ofrezcan posibilidades de nuevos contratos de inserción.

En palabras de Ramón Ibeas, «Lo propio de Cáritas no es contratar personas; es facilitar espacios para promocionar a personas que puedan saltar desde ahí al mercado laboral». Las empresas de inserción no son el fin del proceso, pero sí una parte fundamental.

Por último, el secretario general de Cáritas informó de la constitución del Servicio Lan Bila como Agencia de Colocación sin ánimo de lucro.

En torno a estos temas, se trataron muchas otras cuestiones planteadas por las personas asistentes en un ambiente cercano y de alta participación.

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