20 de Mayo de 2008
La Red Cáritas moviliza en Birmania ayuda básica para 60.000 personas, a través de la Iglesia local.
Cáritas. 20 de mayo de 2008.- A pesar de las dificultades impuestas por las autoridades locales para el acceso al país de equipos de apoyo, Cáritas Internationalis ha logrado movilizar en las últimas semanas ayuda básica de emergencia para unos 60.000 damnificados a través de la red de voluntarios y trabajadores locales del Comité de Ayuda a la Emergencia de la Iglesia birmana. Gracias a un estrecho trabajo de coordinación entre la red internacional de Cáritas y la Iglesia católica local ha sido posible organizar una operación de respuesta a esta emergencia para distribuir a las víctimas comida, alojamiento temporal, ayuda sanitaria y enseres domésticos.
Según ha confirmado el coordinador del Equipo de Apoyo de Respuesta a la Emergencia de Cáritas Internationalis desplazado en la región, J. P. Nelson, “estamos distribuyendo ayuda a unas 60.000 personas en las áreas de Pathein y Yangón más afectadas por los efectos del huracán”.
El plan de ayuda humanitaria que está siendo ejecutado por la Iglesia birmana se lleva a cabo con el apoyo de pequeños equipos de voluntarios que asisten sobre el terreno a los damnificados. En la actualidad, en este operativo participan más de 300 voluntarios, a los que se incorporarán a lo largo de esta semana otros 180 más que está recibiendo formación sobre técnicas básicas de respuesta a las emergencias.
“Sigue siendo extremadamente difícil operar en las áreas afectadas”, ha explicado Nelson, que señala, no obstante, cómo “gracias a la coordinación que hemos podido establecer dentro de Birmania con los monjes locales y otras organizaciones es posible acceder a muchas personas para prestarles una mínima asistencia”. “Aunque la cantidad de ayuda que hemos podido distribuir hasta ahora es importante –añade–, es casi insignificante comparada con las ingentes necesidades de las víctimas, sorbe todo en la región del delta del Irawady”. Al mismo tiempo, este experto de Cáritas Internationalis se lamenta, de que “seguimos sin autorización para canalizar ayuda de forma masiva, mientras que siguen creciendo los casos de desnutrición y el riesgo de epidemias”.
Mensaje del arzobispo de Yangon
Por su parte, el arzobispo de Yangón, monseñor Charles Bo, ha enviado un mensaje a toda la comunidad internacional en el que expresa su “impagable solidaridad mostrada hacia el pueblo de Birmania por la Iglesia universal, las organizaciones voluntarias y numerosos expertos”.
El prelado reconoce que “son muchos los que piden la ayuda de la Iglesia en Birmania, pero, por desgracia, nuestros recursos son limitados”. “Somos una Iglesia pobre –explica monseñor Bo— y el violento ciclón ha dañado muchas de nuestros templos, incluida nuestra catedral, y numerosos orfanatos y conventos. A pesar de ello, la Iglesia ha abierto sus brazos al clamor de miles de damnificados, personas que lo han perdido todo y niños que se han quedado huérfanos y profundamente traumatizados”.
“Birmania no debe ser nuevamente olvidada por el resto mundo”, ruega el arzobispo de Yangón, al tiempo que expresa “mi confianza de que váis a estar al lado de los pobres de nuestro país en esta hora sombría de total destrucción”. El prelado termina su mensaje con un llamamiento a una “ayuda urgente y generosa para salvar vidas”. “Miles de personas sin hogar y víctimas de la desesperación están llamando a nuestras puertas. Ayudadnos a ayudarlas –clama monseñor Bo–. Su rehabilitación es un largo camino”.
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