‘Debemos proteger los derechos fundamentales para todas las personas’. Francisco Lorenzo, coordinador de Estudios de Cáritas Española y Fundación FOESSA.

23 de Mayo de 2016

‘Debemos proteger los derechos fundamentales para todas las personas’. Francisco Lorenzo, coordinador de Estudios de Cáritas Española y Fundación FOESSA.

Francisco Lorenzo ofreció una ponencia en el marco de la XVIII Asamblea de Cáritas Diocesana celebrada el pasado sábado.

En torno a las diez de la mañana del pasado día 21 dio comienzo la Asamblea anual de Cáritas. La apertura del acto contó con la presencia del Sr. obispo, D. Juan Carlos Elizalde, quien tomó como referencia el número 316 de la exhortación Amoris Laetitia para afirmar que «cerrar los ojos ante el prójimo nos hace cerrarlos a Dios». El obispó cerró su intervención manifestando su deseo de acompañar desde su ministerio a las personas y a sus realidades.

Siguió la intervención del director, Santos Gil, quien ofreció un marco de situación del territorio de nuestra Diócesis, aportando los datos y las conclusiones que permiten a Cáritas orientar su acción adecuadamente a las necesidades que se detectan (documento completo descargable al final del texto).

El orden del día previsto para la asamblea transcurrió con normalidad. Las 63 personas presentes con derecho a voto decidieron la aprobación del acta de la XVII Asamblea, las cuentas y actividad del ejercicio 2015, así como el presupuesto para el 2016. Los responsables de los departamentos de Servicios Generales, Acción Social e Inclusión por el Empleo ofrecieron sus respectivos balances de actividad; las actuaciones del Departamento de Animación fueron presentadas por el voluntario Lorenzo Pereiro.

¿Vino nuevo en odres viejos?

Con esta cuestión arrancó, tras la pausa, la ponencia de Francisco Lorenzo, coordinador de Estudios de Cáritas Española y Fundación FOESSA. Lorenzo ofreció a las personas asistentes a la Asamblea las conclusiones del estudio que Cáritas Euskadi encargó a la Fundación FOESSA para disponer de un análisis en profundidad de la realidad del territorio.

Como punto de partida, la necesidad de leer la realidad desde el sustrato evangélico y social de Cáritas. Una lectura correcta de los datos obtenidos debe llevar a conclusiones adecuadas que se concreten en retos para la acción. En algunas ocasiones no se ofrecen respuestas adecuadas: «¿Nos piden lo que saben que damos o lo que necesitan? Tenemos que saber qué necesita la gente y responder a eso», planteaba Lorenzo.

Es importante también saber qué datos hay que mirar para ese análisis ajustado de la realidad: «La igualdad social no está directamente relacionada con el crecimiento y el empleo. El crecimiento y el empleo no nos evitaron la crisis, porque ya antes había un 50% de personas afectadas por exclusión social y un 44% presentaban indicadores de pobreza relativa». Nuestra sociedad ya adolecía de desigualdad antes de la crisis; una desigualdad de origen estructural.

Los estudios y los datos -apunta Lorenzo- refieren a una realidad que «nos grita desde el suelo y nos pide salir de la zona de confort para construir Reino con el anuncio, la denuncia y el testimonio: tenemos que anunciar la esperanza para que los estudios sean creíbles y muevan a actuar; si no hay denuncia de la injusticia nos convertimos en cómplices de la misma; tenemos, además, que dar testimonio de nuestra acción. Tenemos que ser luz del mundo y dejarnos transformar para trasformar, vivir en comunión y no aislados. Sentirnos hijos de Dios y hacer efectiva nuestra opción preferencial por los pobres».

Datos del estudio FOESSA sobre Euskadi (2013)

El Informe elaborado para Euskadi en 2013 indicaba que la situación es mejor que en el resto del Estado. El sistema de protección social ha cumplido su función y minimizado los daños. Pero FOESSA afirma que la crisis no ha afectado a todos por igual: «Los pobres han pegado el gran bajón y algo también ha tocado a las clases medias». Teniendo en cuenta que el tejido empresarial en la C.A.V. es más diverso, la crisis ha repercutido sobre unas características estructurales distintas a las del resto de España.

Por otra parte, dice Francisco Lorenzo que «tenemos que tener en cuenta que no todo es renta. En Euskadi se está mejor que en el resto del estado, pero hay un 10% de excluidos que no son pobres: podemos observar a dos familias con el mismo nivel de renta y comprobar que una de ellas presenta una serie de problemáticas (enfermedad mental, drogodependencia…) que requiere de otras respuestas que no son la cobertura de necesidades básicas».

FOESSA detectó en su análisis de la realidad de Euskadi que si bien el azote económico había sido menor, la tasa de aislamiento en la CAV presentaba mayores valores que en el resto del país. La pobreza severa tiene una relación clara con las carencias en el ámbito relacional. La ayuda mutua se resiente en la sociedad vasca.

El estudio concluyó también precariedad en la integración. El paro sostenido es sin duda una amenaza para los procesos pero también lo son el agotamiento de las ayudas y la falta de apoyos. En muchos casos, disponer de un empleo no evita situaciones de precariedad y pobreza porque el empleo es precario y no protege. Aunque en Euskadi es mejor el dato del empleo (precario, en muchos casos), las personas que están en paro están peor. El desempleo de larga duración genera falta de motivación, culpabilidad, depresión, dependencias… En mayor medida en hombres que en mujeres. Otro dato aportado por el informe de FOESSA es el distanciamiento de la tasa de paro entre personas migrantes y nacionales. La crisis económica ha afectado más al colectivo de  inmigrantes. También el dato de exclusión en la salud es más negativo en Euskadi que en el resto del Estado. Además se constatan ciertos niveles de desprotección en personas mayores y aisladas (ámbito rural) y en el colectivo de familias monomarentales.

Retos

Tal y como arrancó su exposición, el coordinador de Estudios de Cáritas Española invitó a servirse de los datos y del análisis de la realidad que proporcionan, para establecer líneas de reflexión y retos concretos. Francisco Lorenzo apuntó la necesidad de transmitir un correcto enfoque del discurso de derechos y obligaciones: «Los derechos fundamentales debemos protegerlos para todas las personas; las que nos parece que los merecen y las que no. Acompañemos en procesos de deterioro y pongamos a la persona en el centro; porque hay responsabilidades individuales en los procesos de exclusión, pero también marcos estructurales que los provocan. Esta realidad nos llama a poner atención en la importancia de las redes de relación y el desarrollo de la fraternidad».

Recomendaciones para la intervención

En el origen de la crisis está la negación de la primacía del ser humano; se ha puesto a la economía en el centro desplazando a la persona. Una parte importante de la recuperación de una persona se da en ser reconocido en lo no económico y en el encuentro con otros. Es el punto de partida para desarrollar un proceso de inclusión: «Esto no resuelve todo pero ayuda a sentarse, al menos, al que se siente tumbado».

Lorenzo quiso también llamar la atención sobre el peligro de discursos como «será mejor eso que nada». Para el coordinador de FOESSA «una cosa es que terminen los temblores del terremoto y otra que debajo de los escombros no haya gente. No nos conformemos con la sociedad que tenemos. No nos olvidemos de los que están mal».

Para concluir, Franscico Lorenzo llamó a no argumentar desde las impresiones y el micro mundo de las experiencias personales y hacerlo desde los datos y un análisis correcto de la realidad.

Documentos relacionados

Print Friendly, PDF & Email

Dejar un Comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Noticias relacionadas