Arranca el curso en Cáritas

21 de Septiembre de 2012

Arranca el curso en Cáritas

Ayer tarde, personas voluntarias y trabajadoras de Cáritas se dieron cita en el colegio Marianistas, para la celebración que supone el arranque del nuevo curso.

     Con menos afluencia de lo habitual -debido a un problema en el reparto postal de la convocatoria-, alrededor de 100 personas acudieron a la celebración de inicio de curso de Cáritas. Como es costumbre, el colegio de los Marianistas acogió la Eucaristía, preparada, en esta ocasión, por la Cáritas de Zaramaga.

     Arrancó la celebración con una declaración de intenciones cargada de fuerza: «Desde Zaramaga queremos dar la vuelta a esta situación, comenzar este curso visualizando los aspectos positivos que tiene esta crisis: la disminución del consumismo, la valoración del trabajo, la solidaridad, la formación, la recuperación del espíritu emprendedor, la concienciación de los errores cometidos no sólo por el sistema capitalista o por los políticos, sino también por todos nosotros, la cultura del ahorro dentro y fuera de nuestros hogares, el cuidado del medioambiente y un sinfín de cuestiones».

     Tras el pasaje de la pecadora perdonada del Evangelio según San Lucas, el sacerdote Satur Yanguas, se sirvió de la Palabra, para rescatar de la lectura los signos que la acercaban a la experiencia del trabajo en Cáritas:  el reto de expresar la profecía de Jesús a través de la vivencia, los detalles de manifestación del afecto como las lágrimas, los besos o la emoción… Y como cierre de la homilía, un reto: «ser capaces de impregnar con el perfume del Evangelio, todo aquello que en la sociedad huele mal».

     Las ofrendas del grupo de Cáritas de Zaramaga fueron seis carteles con palabras claves. Tres de ellas, se ganaron el derecho a pender del altar: Sencillez, Solidaridad y Vida Compartida. Los otros tres, fueron mostrados y a continuación hechos pedazos y dejados caer al suelo: Individualismo, Consumismo y Vivir acelerado.

     Antes de la bendición final, el director, Santos Gil, saludó a las personas asistentes, agradeciendo su presencia y disculpando su ausencia a las personas que no habían recibido la convocatoria a tiempo, por un fallo en el reparto postal, ajeno a Cáritas. Las palabras del director fueron para animar al trabajo ilusionado, en un nuevo curso que enfrenta muchas dificultades y la imposibilidad de atender todas las demandas. Sin embargo «debemos seguir poniendo entusiasmo y esfuerzo, como si todo dependiera  de nosotros  y también poniendo toda la fe, como si todo dependiera de Dios». «Se nos va a medir no tanto por lo que consigamos, sino por el amor y entrega que pongamos».

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