El Obispo de Vitoria ha ensalzado la labor de quienes donan su tiempo para ayudar a las personas más necesitadas y ha agradecido la “solidaridad de la sociedad alavesa para seguir combatiendo la pobreza y la exclusión”.
Cáritas presenta el primer balance de la respuesta diocesana a la crisis ucraniana, tras cumplirse tres meses de la composición de la Mesa de Acogida.
Vitoria-Gasteiz, 15 de junio de 2022. Esta mañana ha tenido lugar la tradicional rueda de prensa en torno a la festividad del Día del Corpus Christi, ocasión que la Diócesis dedica a poner el foco en el voluntariado y entidades de la Iglesia que trabajan con las personas más desfavorecidas y excluidas de la sociedad alavesa.
En este sentido, el Obispo de Vitoria, D. Juan Carlos Elizalde, ha comparecido junto a la directora de Cáritas Diocesana, Maite Sebal; el secretario general, Ramón Ibeas y Javier Querejazu, delegado episcopal, para dar a conocer a los medios de comunicación la respuesta que la Diócesis en su conjunto ha dado y está dando en este momento de crisis humanitaria, sanitaria y económica. «El Corpus Christi es un día marcado en la agenda de la Iglesia porque ahí, en lo que se conmemora, la presencia real de Cristo en la Eucaristía y en el Sagrario, nace la fuerza para que acojamos, acompañemos, ayudemos y demos esperanza». Monseñor Juan Carlos Elizalde ha iniciado sus palabras subrayando la importancia de asistir a la misa como «fuente y horizonte de toda la actividad diocesana y de todo cristiano». En esta línea, ha recordado las palabras de San Agustín sobre la importancia de la celebración eucarística cuando afirmaba que de lo que habéis comido, dad. «La Eucaristía, recibir al Señor en las formas del pan y del vino, nos llena la carga de nuestra batería diaria con un amor capaz de impulsarnos para ayudar y salir en busca de las personas que necesitan caridad».
El prelado ha asegurado que «durante la pandemia, la actividad social de la Iglesia se ha multiplicado proporcionando esperanza y ahora, con la guerra de Ucrania, hemos ofrecido mayor cercanía para la acogida y el acompañamiento». Por ello, ha querido agradecer a todo el voluntariado y el personal de Cáritas su «servicio generoso con los más pobres, derribando estereotipos y llevando luz a personas que caminaban en oscuridad».
Respuesta a la crisis ucraniana
Se han cumplido tres meses desde que fuera compuesta la Mesa Diocesana de Acogida para la emergencia ucraniana. Coincidiendo con la tradicional convocatoria a los medios de comunicación para la presentación del informe anual de Cáritas, su secretario general, Ramón Ibeas, ha tomado la palabra para presentar los principales datos y valoraciones de la respuesta diocesana a la llegada de personas refugiadas con motivo de la guerra en Ucrania.
Además de ser la entidad encargada de gestionar las ayudas económicas del Gobierno Vasco para las familias que cumplen los requisitos establecidos, Cáritas está también al frente de la respuesta diocesana, dirigida a valorar la situación convivencial de personas que, inicialmente, fueron alojadas en casas particulares de familiares o amigos. En aquellos casos en los que Cáritas ha detectado que se estaba produciendo hacinamiento o que los recursos económicos no eran suficientes, ha ofrecido a las familias una alternativa habitacional, dentro de las plazas residenciales de las que dispone la Diócesis de Vitoria en estos momentos.
A continuación, los datos de la respuesta gestionada por Cáritas, desde la composición de la Mesa Diocesana de Acogida:
Respecto a la respuesta diocesana a la demanda habitacional, hasta la fecha, hay 3 familias alojadas en la residencia Ali Etxea y 3 familias más en pisos dispuestos por la Diócesis. El perfil de las familias es de mujer con menores a su cargo; en algunos casos acompañadas por otros familiares. En estos momentos, hay once niños y niñas acogidas con sus madres en recursos habitacionales de la Diócesis.
En el apartado de la formación para el aprendizaje del castellano, Cáritas ha dinamizado desde su Centro de Formación dos grupos de 15 personas con clases diarias de lunes a viernes. Los niños y niñas, por su parte, han sido escolarizados en la red pública de enseñanza.
La campaña de emergencia Cáritas con Ucrania ha supuesto a día 14 de junio una captación de 320.000 € que están siendo destinados en un 50 % a apoyar la labor de las Cáritas fronterizas con Ucrania y en otro 50 % a contribuir al fondo para la gestión de las necesidades de las familias en el territorio diocesano. Para hacer frente al plan de acogida, la Diócesis ha destinado un presupuesto de 300.000 euros hasta finales de 2022. Una de las actuaciones que han sido posibles gracias a la disposición de esta partida ha sido la contratación de una traductora de ucraniano, para facilitar la comunicación entre Cáritas y las familias.
No obstante, Cáritas tiene presente la situación que pudiera generarse de cara al otoño, cuando las ayudas ASI del Gobierno Vasco —previstas para seis meses— comiencen a vencer y las familias, ya con seis meses de padrón, deban acudir a las Ayudas de Emergencia Social municipales (AES). En previsión de que los ritmos de la Administración en la gestión de las ayudas y la activación de los pagos pudieran dejar a las familias en situación de desamparo, Cáritas trabaja con prudencia en la gestión de los recursos económicos.
La información actualizada de la respuesta de la Mesa Diocesana de Acogida para la crisis ucraniana está disponible en el apartado de la campaña Cáritas con Ucrania