Cáritas pide un mayor compromiso para abordar la realidad de las personas sin hogar

  • Casi doscientas personas atendidas en los despachos de Cáritas Diocesana a lo largo de este año han manifestado encontrarse en situaciones de inestabilidad residencial.
  • El próximo domingo, Cáritas lanzará su campaña anual de sensibilización para reflexionar sobre un modelo de sociedad que expulsa a las personas más frágiles.

Con motivo del lanzamiento de la campaña Nadie Sin Hogar, Cáritas Vitoria ofrece su propio análisis de situación de la realidad de exclusión residencial en el territorio de la Diócesis, al tiempo que da cuenta de la respuesta que, en la medida de sus posibilidades, está ofreciendo. Cáritas quiere también poner el foco en aquellas cuestiones que requieren de un mayor esfuerzo y toma de responsabilidades, para hacer frente a esta situación de vulneración de un derecho fundamental como es la vivienda.

Realidad constatada por Cáritas Diocesana

Cáritas de Vitoria incide en que la dificultad del acceso a la vivienda es un problema estructural. Es difícil acceder a un alojamiento para muchas personas residentes en el territorio, pero lo es, en mayor medida para las personas que se encuentran en peores circunstancias; los últimos informes de Cáritas Diocesana apuntan a realidades multiproblemáticas que demandan intervenciones cada vez más complejas. La situación se hace aún más grave cuando son mujeres quienes que carecen de un techo donde cobijarse. La invisibilidad de la exclusión residencial de las mujeres complica el diagnóstico y también la búsqueda de respuestas.En lo que llevamos de año, los despachos de Cáritas han registrado 197 situaciones de inestabilidad residencial: hogares no adecuados, situación de calle, viviendas inseguras, insalubridad etc. Se trata de personas de nacionalidades diversas entre las que destacan Perú, Marruecos y Colombia. Cáritas ha atendido, además, a siete familias de nacionalidad española con esta problemática.

En el momento de la recogida de información en los despachos de Cáritas, un 18% de las personas/familias no estaban empadronadas. El resto, en unos casos disponía de un padrón, —previo pago en algunos casos— que no se correspondía con el lugar donde residían; en otros, contaban con padrón social.

La mayoría de las personas atendidas indicaron que vivían con personas conocidas. Del total de personas atendidas en situación de inestabilidad residencial, 4 reconocieron estar en viviendas ocupadas.

De los 197 expedientes aludidos, 75 corresponden a familias y 122 a personas solas (62 %). De estas últimas, 44 son mujeres de Colombia (7 de ellas encabezan hogares monoparentales), Marruecos, Perú… y 77 son hombres, procedentes en su mayoría de Marruecos.

Cáritas Vitoria atendió también a un total de 20 personas que residen en el CMAS (Centro Municipal de Acogida Social). La inexistencia de opciones habitaciones repercute directamente en que no puedan iniciar un proceso con mayor autonomía, al margen de la protección social.

Estos datos de la intervención de Cáritas de Vitoria constatan el aumento de personas que viven en la calle, sobre todo de jóvenes que anteriormente habían estado bajo el arrope institucional. Muchas de estas personas se cobijan en lonjas o cajeros.

Cáritas apunta también la dificultad de hacer un seguimiento de la situación de las personas que pasaron por sus despachos manifestando problemas de acceso a la vivienda. Su movilidad complica saber si resolvieron su situación, si encontraron habitación o vivienda, si se han desplazado a otra zona o ciudad… Cáritas no dispone de recursos suficientes para iniciar procesos de inclusión con personas en situación de inestabilidad residencial.

Más dificultades para las personas extranjeras

A las realidades de pobreza y vulnerabilidad asociadas con la vivienda se suman los prejuicios con personas extranjeras y las trabas administrativas y legales con las que se encuentran para obtener regularidad documental. El perfil del sinhogarismo ha cambiado y cada vez es mayor el número de personas migrantes que no tienen un techo, en relación con las personas nacionales. La ley de extranjería plantea un buen número de limitaciones para la integración, el arraigo en la sociedad de acogida y las oportunidades laborales.

Además, son conocidas por la sociedad y las instituciones las malas prácticas en relación con los contratos de arrendamiento y el padrón. La falta de intervención para el control y sanción de las mismas complica aún más las opciones de acceso a un techo.

Alcance de la respuesta institucional

Cáritas afirma que en la ciudad no existen recursos suficientes para las personas en situación de exclusión residencial: «El albergue está siempre completo, el acceso al Aterpe es con cuentagotas y tras una lista de espera interminable, y las personas recién llegadas a la ciudad no pueden acceder a estos recursos, incluso teniendo problemas de salud».

La insuficiente respuesta del sistema de protección social lleva a las personas en situación de calle a acomodarse en espacios reducidos donde la falta de privacidad y el hacinamiento desencadenan tensiones y roces entre las personas convivientes. Cáritas apunta, además, que el hacinamiento es un problema que afecta tanto al bienestar físico como al emocional.

Actuaciones de Cáritas Diocesana

Consciente de la complejidad de la problemática de la vivienda —y, en particular, para las personas en exclusión—, Cáritas continúa apoyando y acompañando en sus procesos de inclusión a las personas y familias que solicitan su apoyo. Ante la constatación del sufrimiento de muchas familias ante este derecho vulnerado, insiste en la importancia de tener un lugar donde vivir y un padrón, para hacer frente a un proceso de inserción con posibilidades de éxito: «Tenemos que entender la vivienda como un bien que ayuda, o hace fracasar, los procesos de integración de las personas más desfavorecidas».

Recientemente, Cáritas Diocesana, ha puesto en marcha el programa de Acompañamiento Habitacional. Este programa es la concreción de la respuesta inicial que —en el marco de la Mesa Diocesana de Acogida a familias ucranianas— Cáritas ofreció para alojar en viviendas aportadas por el obispado a personas que llegaron a Vitoria-Gasteiz huyendo de la guerra. En estos momentos, veintiocho personas pertenecientes a diez familias están acogidas por el programa y acompañadas en sus procesos de inclusión por las comunidades cristianas de las parroquias o zonas en las que viven.

Algunas propuestas

Cáritas quiere hacer constar su preocupación ante una cierta normalización de la exclusión residencial, como una consecuencia más de la capacidad finita del modelo de bienestar para hacer frente a realidades incómodas y muy complejas. «No parece que se estén asumiendo compromisos ejemplares para estudiar a fondo esta dura realidad y ofrecer un proceso que arroje luz y esperanza a las personas sin hogar».

Por todo ello, Cáritas llama a abordar con profundidad y compromiso la realidad de exclusión residencial en el territorio, con voluntad de diseñar líneas de trabajo que ofrezcan posibilidades para el acceso a un techo y, con ello, a la oportunidad de enfrentar un proceso de integración real. Cáritas considera imprescindible, además, un empeño en la sensibilización de la sociedad en relación con este grave problema.

Campaña Sin Hogar 2024.- En la campaña que toda la confederación Cáritas lanzará el próximo domingo día 27, es Santiago, un hombre de cincuenta y dos años que vive en la calle, la persona en la que se centran todos los mensajes importantes: El camino de Santiago es largo y está lleno de obstáculos. Caminemos juntos. Cáritas invita con esta campaña a participar del encuentro con las personas sin hogar, a favorecer que puedan expresar lo que sienten, lo que piensan y lo que necesitan, tal y como se ha hecho para preparar los materiales de sensibilización (disponibles en caritasvitoria.org). La campaña llama a «tomar conciencia de un camino que deja tras de sí huellas de soledad e incomprensión, que carga historias de vida rota, aquejada de dolor y desesperanza».

En línea con el lema de la campaña institucional 2024/25, «a todas esas personas que se sienten sin fuerzas, perdidas y desorientadas, Cáritas quiere ofrecer un lugar de encuentro y escucha que permita desde la cercanía y la esperanza un camino en compañía hacia una vida mejor. Porque Allí donde nos necesitas, abrimos camino a la esperanza».


CAMPAÑA NADIE SIN HOGAR 2024 – Materiales de sensibilización


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