Cáritas reclama políticas que garanticen el acceso a la vivienda

—Presentación del informe de actividad anual 2022:

  • Cáritas atendió en 2022 a 5153 familias, 644 más que en 2021
  • En la presentación de su memoria anual, Cáritas Diocesana constata una integración precaria en las familias que atiende.
  • Las familias atendidas por Cáritas dedican más del 50 % de sus ingresos a la tenencia de vivienda.

Vitoria-Gasteiz, 6 de junio de 2023.- Los números de la atención de Cáritas en 2022, permiten determinar que, en un contexto de recuperación económica y mejora de los datos de empleo, la desigualdad persiste en un territorio en el que el 80 % de las personas están plenamente integradas, frente a un 10,4 % que continúa en exclusión (pobreza relativa); la pobreza severa alcanza un 9,6 %. Este último dato, en ascenso con respecto a ejercicios anteriores, preocupa particularmente a Cáritas, porque «habla de esas personas que el sistema ha dejado atrás». Las familias que se han quedado fuera en una sociedad que avanza, presentan en los despachos de la red de Cáritas situaciones más complejas. La institución alerta de procesos de integración precaria que fuerzan a familias o personas que habían cubierto su proceso de acompañamiento en Cáritas a volver a solicitar su apoyo. Las dificultades de acceso a la vivienda y los gastos del mantenimiento de la misma fuerzan a las familias a reducir sustancialmente su gasto en necesidades básicas.

Datos

Cáritas Diocesana de Vitoria atendió el pasado año a un total de 5153 familias (4509, en 2021), en el territorio de la Diócesis de Vitoria. El 45 % de las familias que Cáritas atendió en 2022, solicitaban apoyo por primera vez ese mismo año. Aplicando los cálculos de estimación de la Fundación FOESSA, Cáritas habría acompañado a alrededor de 15.459 personas (13.527, en 2021): 644 familias más que en el ejercicio anterior, que podrían traducirse en unas 1900 personas más. «Si bien es cierto que la situación está mejorando, desde Cáritas constatamos que la población en situación de exclusión severa está creciendo. Se está produciendo una fractura social con respecto a las clases medias y la sociedad acomodada», alerta Ramón Ibeas, secretario general de Cáritas.

Con las familias se mantuvieron un total de 29.108 entrevistas (12 392, en 2021; 42 % más que en 2021). Las respuestas ofrecidas fueron 20.454 (16 468, en 2021). Las respuestas económicas se incrementaron en un 5,4 % y alcanzaron un importe de 812.614,33 € (en 2021, fueron 439 218, 07 €, antes de la crisis ucraniana).

PERFIL. Un 66 % de las personas atendidas en 2022 por Cáritas Diocesana son mujeres (no varía con respecto a 2021) y el 76 % de las familias atendidas son extranjeras. El 42,5 % de las familias atendidas tienen hijos e hijas y, de este porcentaje, un 15 % corresponde a familias monoparentales. De las personas atendidas por Cáritas, el 36 % están solas.

El 41 % está en situación de desempleo (46 %, en 2021). El 27,3 % no tiene permiso de residencia y trabajo (28 %, en 2021). En palabras de Ramón Ibeas: «Es necesario reformar la Ley de Extranjería, para que las personas que llegan a nuestro país no tengan que esperar tres años para poder trabajar. Es inhumano y somete a estas personas a una inseguridad absoluta respecto a su vida y sus posibilidades».

VIVIENDA. Cáritas destaca, además, que el 46,3 % de las personas o familias a las que Cáritas acompañó durante el pasado año comparten vivienda (43 %, en 2021). Este dato pone en evidencia las grandes dificultades a las que se enfrentan las familias para acceder a este derecho básico. Es, precisamente, un dato destacable de la memoria anual de 2022, que cerca del 50 % de las ayudas económicas se destinan a hacer frente a problemas relacionados con la vivienda. Ramón Ibeas apunta que «la precarización de la vivienda no cae del cielo; responde a la decisión particular de personas que están instaladas en la parte más neoliberal del capitalismo, generando una gran presión sobre los inquilinos para ganar más dinero».

Según el informe FOESSA El coste de la vida y estrategias familiares para abordarlo: «Es primordial encontrar los mecanismos para al acceso y mantenimiento de una vivienda digna, como parte de las necesidades básicas. Esta perspectiva nos lleva, en un plano general, a reivindicar que se debe garantizar que ningún derecho se pueda cubrir recurriendo únicamente al mercado, puesto que esto tiene un efecto perverso: quien puede pagarlo, accede, y quien no, se queda fuera del nivel de vida adecuado y con ese derecho vulnerado». Cáritas hace hincapié, además, en que la garantía del derecho a la vivienda se ha convertido en la condición imprescindible para el acceso a otros derechos.

FORMACIÓN. Las respuestas formativas también crecieron durante 2021. Un total de 1203 personas participaron en distintos cursos impulsados por el Departamento de Formación (1035, en 2021): 742 asistieron a clases o actividades relacionadas con el aprendizaje del castellano (844, en 2021); 156 asistieron a las Escuelas de Formación y Promoción de la Mujer (153, en 2021); y 305 niños y niñas o adolescentes participaron en sesiones de apoyo escolar (244, en 2021).

Por programas, por los talleres ocupacionales y prelaborales pasaron 212 personas (194, en 2021). En el apartado de inserción laboral, en 2022, se contabilizaron 46 contratos de inserción (17, en 2020): 6, en la cooperativa Berjantzi y 40 más en el marco del convenio de colaboración con la Fundación Giltza.

EMPLEO. La Agencia de Colocación Lan Bila atendió a 925 personas demandantes de empleo (864, en 2021), siendo un 77 %, mujeres (864, en 2021; 75 %, mujeres). El servicio de intermediación laboral gestionó 348 ofertas (269, en 2021). Del total de demandas gestionadas fueron cubiertas 240 (197, en 2021): 170 de ellas, de servicio doméstico y/o cuidado de personas dependientes (154, en 2021); otras 70 demandas en otros sectores (43, en 2021). Estos datos permiten constatar que continúa en aumento el número de ofertas que llegan a la Agencia de Colocación de Cáritas, que no están relacionadas con la atención del hogar y las personas.

Respuesta a la crisis ucrania

En el marco de la respuesta ofrecida por la Mesa Diocesana de Acogida para la Crisis Ucraniana, Cáritas destaca los apartados recogidos en el cuadro:

Importe total de donaciones para Ucrania en 2022 370.855,58 €
Cantidad entregada a Cáritas Española para la emergencia en Ucrania 185.427,79 €
Cantidad reservada para atención a familias ucranianas en la Diócesis 185.427,79 €
Gasto durante 2022 en la acogida a familias ucranianas 13.708,24 €*
Número de personas ucranianas atendidas 224
Número de plazas habitacionales asignadas 29
Número de personas ucranianas que reciben formación de lengua castellana 52

*Las ayudas económicas asignadas a las familias son cubiertas con la partida del Gobierno Vasco del programa Azken Sarea Indartzen y ascienden a 309.435,23 €

Otros datos relevantes

Durante 2022, el gasto de Cáritas Diocesana de Vitoria fue de 3.411.668,35 € (2.583.861,45 €, en 2021). La cuantía dedicada a la intervención social fue de 1.337.981,21 € (929.859,24 €, en 2021); en los programas de empleo se invirtieron 982.429,67 € (894.504,67 €, en 2021) y en animación de los programas, 255.262,22 € (240.003,94 €, en 2021).

Los ingresos ascendieron a 3.359.440,99 € (2.831.454,06 €, en 2021). Las cuotas de socios y socias alcanzaron la cantidad de 391.877,44 € (411.183,90 €, en 2021); las colectas, 391.877,44 € (422 192,82 €, en 2021); los donativos, 654.927,55 € (783.136,14 € y las subvenciones recibidas de las instituciones, 819.163,59 € (477.243,62€, en 2021). Las aportaciones destinadas a campañas de emergencia supusieron 395.797,85 € (101.840 €, en 2021). De este último apartado, destacan las aportaciones para la crisis ucraniana que al finalizar el año sumaban 370.855,58 €

El pasado año Cáritas contó con el apoyo de 1303 socios y socias (1334, en 2021) que con sus cuotas periódicas sostienen una parte importante de la actividad. La acción de Cáritas en 2022 fue impulsada y dinamizada por 728 voluntarios y voluntarias (708, en 2021).

Conclusiones a partir de los datos

Los indicadores económicos que hablan de recuperación económica son para Cáritas Diocesana una buena noticia. No obstante, la sociedad actual no se puede permitir ignorar la constatación de una fractura social que mantiene la polarización entre quienes están mejorando su situación y quienes han quedado relegados del crecimiento. En Álava, al menos 5153 familias (las atendidas por Cáritas) están poniendo cara a la exclusión en el territorio y presentan situaciones cada vez más complejas.

Entre las demandas más recurrentes: apoyo para el acceso a la vivienda, trabajo y formación para acceder a un empleo decente, que permita una vida digna. Continúa creciendo el número de personas que, aun teniendo trabajo, no consiguen cubrir sus necesidades básicas. Cáritas señala también serias dificultades para la conciliación familiar y laboral, como consecuencia de los cuidados a personas mayores o menores. En un mercado laboral con oferta precaria y cada vez menos capaz de generar estabilidad, Cáritas encuentra importantes barreras para la inclusión; más aún, para las personas extranjeras a las que la Ley bloquea o dificulta en gran medida su acceso a oportunidades de integración plena por la vía de la residencia y el trabajo. Cáritas denuncia que «Los trámites de solicitud de protección internacional están estancados, debido a la imposibilidad o excesiva demora para solicitar una cita en la Oficina de Extranjería».

Propuestas

Ante los problemas más acuciantes detectados por Cáritas de Vitoria en el balance de su actuación anual, la institución católica propone:

  • Activar políticas que incluyan la vivienda como necesidad básica en la normativa de servicios sociales para todas las personas, independientemente de su situación administrativa (regular o irregular).
  • Atender a la desigualdad que está generando la brecha digital en las relaciones con la Administración. El exceso de burocracia, el lenguaje poco claro y la necesidad de competencias digitales para el acceso a recursos, apuntan a la necesidad de recuperar la presencialidad en la atención pública.
  • En aras de frenar la fractura social, Cáritas de Vitoria propone implementar políticas que cohesionen a las personas: mejorar las políticas de inclusión; un mayor control de la economía sumergida, que explota a personas inmigrantes y refugiadas; y establecer mecanismos de distribución de la riqueza que se puedan aplicar también a quienes no tributan, desde políticas sustentadas en un principio de equidad y perspectiva de bien común.

MEMORIA 2022 (publicación)

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