Cáritas Diocesana atendió a 5032 familias en 2023 – Memoria 2023

  • La brecha social crece en un territorio donde las familias en riesgo de exclusión se enfrentan cada vez a problemáticas más complejas.
  • El acceso a la vivienda y al padrón como llave para el acceso a derechos persiste como un derecho vulnerado que no encuentra compromiso institucional suficiente.

Publicación de la MEMORIA 2023 de Cáritas Diocesana


Con el cierre de la recogida y valoración de los datos de la actividad de 2023, Cáritas constata que la desigualdad sigue creciendo en el territorio. La recuperación económica y de los índices de empleo no se refleja de forma equitativa; las familias que estaban mal lo siguen estando y con distancia de la situación de bienestar y necesidades cubiertas que se reconoce para gran parte de la población que se estima plenamente integrada. El informe de intervención social de Cáritas alerta de procesos de integración precaria de familias que, durante el pasado año, volvieron a solicitar apoyo a la institución. La dificultad del acceso a la vivienda o del mantenimiento de la misma y la carestía de la cesta de la compra y de bienes de primera necesidad—como la ropa— fueron las principales problemáticas planteadas en los despachos de Cáritas.


DATOS

Cáritas Diocesana de Vitoria atendió en 2023 a un total de 5032 familias (5153, en 2022). Aunque el dato apunta a una mejora cuantitativa de la realidad de pobreza del territorio, el análisis de las situaciones planteadas en los despachos permite detectar que las familias en exclusión se enfrentan a circunstancias de mayor complejidad; precisan de un mayor esfuerzo de diagnóstico que contempla —además de las respuestas que Cáritas pudiera ofrecer— derivaciones a recursos existentes y un trabajo importante de acompañamiento en hacer valer los derechos de las personas que Cáritas atiende frente a las instituciones, que son quienes tienen la responsabilidad de hacer frente a las grietas del sistema y a la fractura social. En este sentido, el voluntariado al frente de los distintos programas de Cáritas lleva a cabo una labor fundamental de acogida y refuerzo personal, en procesos muchas veces marcados por el desánimo y la desesperanza.

La intervención de Cáritas en respuesta a las múltiples problemáticas presentadas por las familias es, por tanto, tan diversa como lo son las demandas: vivienda, prestaciones económicas, salud, educación, trámites administrativos, escucha, asesoramiento, intermediación en conflictos residenciales y familiares…

Aplicando los cálculos de estimación de la Fundación FOESSA, el apoyo de Cáritas habría repercutido en alrededor de 12.580 personas. Con ellas se mantuvieron un total de 26.229 entrevistas, en el marco de las cuales se ofrecieron 20.345 respuestas (20.454, en 2022); 1933 de ellas, fueron económicas y por un importe total de 661.766 € (812.614,33 €, en 2022).


Perfil. Un 65,3 % de las personas atendidas en 2023 por Cáritas Diocesana fueron mujeres (66 %, en 2022) y el 75 % de las familias eran de origen extranjero (76 %, en 2022). El 42 % acudía a Cáritas por primera vez. El 40 % de las familias atendidas tienen hijos e hijas (42,5 %, en 2022); de este porcentaje, un 14 % corresponde a familias monoparentales (15 %, en 2022) y el 36 % a hogares unipersonales.

El 37 % estaba en situación de desempleo (41 %, en 2022). El 31 % no tenía permiso de residencia y trabajo (27,3 %, en 2022). En relación con la situación documental, persiste la dificultad para conseguir la cita en Extranjería que permite iniciar procesos de protección internacional. A esta barrera hay que añadir la situación de saturación de los programas estatales de asilo y protección internacional como consecuencia del aumento de casuísticas.


Vivienda. El informe de Cáritas insiste en poner el foco en las dificultades de acceso a la vivienda, debido al elevado coste de los alquileres, los requisitos inalcanzables de los precios, el mercado negro y las «mafias». Todos estos elementos son la causa de que la obtención o mantenimiento de un lugar donde vivir sea un motivo de gran sufrimiento para muchas familias y personas.

En relación con esta problemática, Cáritas se muestra preocupada, además, por el incremento de personas alojadas en viviendas inseguras (locales, camarotes…) y el ascenso paulatino del número de personas con padrón social lo que, por una parte, supone un alivio a la situación concreta, pero, por otra, conlleva un riesgo de cronificación de situaciones de máxima vulnerabilidad. En el marco de la presentación de su informe de actividad durante 2023, Cáritas Vitoria llama la atención también por el aumento de personas en situación de calle, a las que ni el albergue municipal ni el Servicio Municipal de Urgencias Sociales están dando una respuesta suficiente. Una situación que se vuelve particularmente preocupante por el hecho de que el Dispositivo de Alojamiento Invernal se active únicamente en días con condiciones climatológicas muy adversas. Por otra parte, a la mejora de esta situación no contribuye la escasa asignación de viviendas de protección oficial por parte del sistema vasco de vivienda. La institución católica apunta también que el aumento del precio de los suministros está llevando a las familias a restricciones en el consumo que repercuten significativamente en su bienestar.


PROGRAMAK

Empleo. Respecto al trabajo de Cáritas dirigido a la inserción sociolaboral, en la actividad de los talleres ocupacionales y prelaborales participaron 191 personas. En el apartado de inserción laboral, en 2023, se contabilizaron 50 contratos de inserción: 7 en Berjantzi S. Coop.; 35 en el marco del convenio de colaboración con la Fundación Giltza y 8 más en Lanagro Servicios, empresa orientada a la capacitación e inserción laboral de personas trabajadoras en el sector primario, al tiempo que proveedora de servicios para empresas agrícolas de Rioja Alavesa. Lanagro, que acaba de cumplir un año de actividad, recibió a principios de año el Premio de Innovación Social que otorga la Diputación Foral de Álava.

La Agencia de Colocación Lan Bila atendió a 893 personas demandantes de empleo (925, en 2022), siendo un 75 % mujeres. El servicio de intermediación laboral gestionó 318 ofertas (348, en 2022). Del total de demandas gestionadas fueron cubiertas 191 (240, en 2022): 119 de ellas, para servicio doméstico y/o cuidado de personas dependientes (170, en 2022); otras 72 demandas para trabajo en otros sectores (70, en 2022). Por otra parte, en 2023, desde la Agencia de Colocación Lan Bila se tramitación 21 contratos por arraigo, de los cuales resultaron favorables 18.

La lectura que Cáritas hace de sus datos en relación con el empleo incide en la persistencia de dificultad de acceso al trabajo y la precariedad de los contratos. Existe un mayor número de personas que teniendo empleo se ven con problemas para llegar a fin de mes. Además, existe un mercado creciente de trabajo «en negro» o trabajo irregular al que, en el sector de servicio doméstico, acceden fundamentalmente mujeres originarias de América del Sur. Estas mujeres se enfrentan a la dificultad de conciliar sus empleos con los cuidados, por no tener posibilidad de acceder a espacios o recursos para la atención de menores o personas dependientes. Por otra parte, continúa siendo muy difícil conseguir precontratos para iniciar procedimientos de arraigo, por los requisitos que marca la ley.


Formación. Cáritas Vitoria ofreció un total de 720 respuestas formativas el pasado año. En el nivel de formación básica, 167 personas asistieron a cursos de alfabetización y 7 al de nacionalidad. En formación introductoria de cara a la adquisición de competencias profesionales se ofertaron 224 plazas (talleres, comercio, informática…); en este bloque, cabe destacar los dos cursos —Hostelería y limpieza, y Mantenimiento de maquinaria y viñedos— con un total de 23 plazas, que se ofrecieron en Rioja Alavesa como parte del compromiso de Cáritas con el acceso a la formación en esta zona del territorio. En el apartado de adquisición de competencias, se formaron 48 personas en lengua y matemáticas y 24 en certificados de profesionalidad de empleo doméstico. Por último, el servicio de orientación formativa acompañó a 250 personas en el diseño del currículo.

En relación con estos datos de su Programa de Formación, Cáritas hace constar que la posibilidad de regularizarse administrativamente por arraigo formativo —vigente durante 2023 para todas las personas con independencia de su situación documental— provocó una fuerte demanda de cursos con ese fin. Otra cuestión a destacar es la de las personas con edades entre 16 y 18 años que, al no encontrarse dentro de la franja de edad obligatoria de escolaridad, se ven rechazadas en los centros educativos reglados. Cáritas está estudiando las posibilidades de dar respuesta a esta situación de limbo formativo.


Infancia. Un total de 299 niños, niñas y adolescentes participaron en 2023 en la actividad de apoyo escolar del Programa de Infancia, en coordinación con 37 centros escolares. El programa organizó, además, durante el pasado año 6 escuelas formativas y de acompañamiento para las familias.


Mujeres. 323 personas participaron en el Programa de Mujer de Cáritas Vitoria el pasado año. Entre las actividades llevadas a cabo, talleres de prevención y detección de violencias machistas, encuentros de denuncia y reivindicación en torno al 8 de marzo y al 25 de noviembre y espacios de encuentro, formación, participación y sensibilización para la construcción de una sociedad igualitaria.


Mayores. El Programa de Mayores dinamizó durante 2023 la participación de 880 personas en el marco de los 13 grupos —9 en Vitoria-Gasteiz y 4 en el medio rural—de los que dispone para el acompañamiento y la promoción personal y comunitaria de las personas mayores.


Acompañamiento Habitacional. Un total de 10 familias (28 personas) en situación de vulnerabilidad fueron acogidas por el Programa cubriendo así su necesidad de vivienda por un tiempo determinado.


OTROS DATOS DE INTERÉS

Durante 2023, el gasto de Cáritas Diocesana de Vitoria fue de 3.094.706,17 € (3.411.668,35 €, en 2022). La cuantía dedicada a la intervención social fue de 1.271.826,76 € (1.337.981,21 €, en 2022); en los programas de empleo se invirtieron 908.955,93 € (982.429,67 €, en 2022) y en animación de los programas, 288.774,04 € (255.262,22 €, en 2022).

Cáritas Diocesana tuvo menos ingresos en 2023: 3.058.188,92 € (3.359.440,99 €, en 2022). Los donativos disminuyeron con respecto a 2022: 579.669,50 € (654.927,55 €, en 2022) y también las subvenciones recibidas de las instituciones: 750.037,51 € (819.163,59 €, en 2022). Las cuotas de socios y socias crecieron, alcanzando la cantidad de 407.545,46 € (391.877,44 €, en 2022); también subieron ligeramente las colectas parroquiales: 392.764,43 € (391.877,44 €, en 2022). Por otra parte, las donaciones destinadas a campañas de emergencia supusieron 189.480,57 € (395.797,85 € en 2022). Aunque el balance del ejercicio arroja mejores datos, Cáritas cerró con un déficit de 36.517,25 € (-52.227,36 €, en 2022).

El pasado año Cáritas contó con el apoyo de 1260 socios y socias (1303, en 2022) que con sus cuotas periódicas sostienen una parte importante de la actividad. La acción de Cáritas en 2023 fue impulsada y dinamizada por 627 voluntarios y voluntarias (728, en 2022).


Publicación de la MEMORIA 2023 de Cáritas Diocesana


Nota de prensa Memoria de Cáritas Euskadi


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