- La organización de la Iglesia católica llama a priorizar las políticas orientadas a la protección de las familias ante la inestabilidad socioeconómica en la que están inmersas.
- Cáritas reivindica, además, un modelo de acogida que garantice el derecho de las personas emigrantes y refugiadas.
- Con el lema “Sólo el amor lo ilumina todo” Cáritas lanza su tradicional campaña de Navidad con un llamamiento a la solidaridad con las personas excluidas.
En el tramo final de 2022, Cáritas Diocesana hace una valoración general del trabajo realizado en los últimos meses y su capacidad de dar respuesta a las necesidades planteadas por las personas atendidas. Con las primeras impresiones —antes de disponer de la totalidad los datos y actuaciones para su evaluación completa— la organización ofrece al conjunto del territorio de la Diócesis de Vitoria los primeros datos, así como los retos identificados que marcarán su actuación para el próximo año.
Balance provisional 2022
Con los datos disponibles, a 31 de octubre, el número de intervenciones realizadas asciende a 23.787, ligeramente al alza con respecto al año pasado. A finales del mismo mes, Cáritas estaba acompañando a 8.910 personas.
También el importe destinado a ayudas económicas ha crecido y rondaba los 418.023,24 € a finales de octubre. A ello hay que añadir la gestión de 250.514,57 € procedentes del Gobierno Vasco dedicados a atender a las familias refugiadas de Ucrania, lo que hace un total de 668.537,81 €, casi el doble que en 2021. Respecto al perfil de personas atendidas, sigue respondiendo fundamentalmente a migrante y mujer; a las que este año hay que añadir las personas solicitantes de asilo que provienen de Ucrania, Colombia…
Las demandas más comunes fueron las relacionadas con la vivienda (acceso, pago de suministros, alquileres…), la necesidad de regularización para personas migrantes como vía de arraigo, y el apoyo ante la crisis generada por la subida de los precios, tanto en alimentación como en suministros, material escolar, ropa y otros productos que componen la cesta básica.
La primera estimación de los datos disponibles permite constatar el crecimiento de la desigualdad dentro de la sociedad, y señalar situaciones cronificadas de pobreza en nuestra Diócesis, que están haciendo aumentar el número de personas en situación de exclusión, siendo la principal dificultad para la integración social, la exclusión residencial derivada de no poder cumplir los requisitos exigidos para el acceso a una habitación o vivienda en alquiler debido a los desorbitado de los precios.
Respecto a los programas de empleo, en la actividad de los talleres ocupacionales y prelaborales hay 109 personas activas, cifra por encima de la presentada en 2021, por lo que Cáritas entiende que estos datos responden ya a la coyuntura postpandémica.
La Agencia de Colocación Lan Bila, por su parte, ha gestionado hasta la fecha 300 ofertas de trabajo, de las cuales 209, un 68%, lo fueron para el cuidado de personas y del hogar, siendo el resto para otros sectores como comercio, limpieza, industria, almacén, auxiliar de geriatría en residencias, entre otros. Este año hay que destacar que, como consecuencia del cambio de la normativa, se están gestionando 17 contratos por arraigo, un tipo de contrato que permite la regularización documental de la persona que lo firma.
En el apartado de formación, durante 2021, Cáritas ha dado respuesta a una media de 174 personas al mes, de las que el 79% son mujeres y un 21% hombres, recuperando las ratios previas a la pandemia. Los cursos más ofertados son: alfabetización, con 97 personas participantes; introducción a comercio, con 6 personas; informática, con 7 personas asistentes; certificado de profesionalización en empleo doméstico, con 12 personas e introducción a talleres, con 12 participantes. Además, Cáritas ha ofrecido respuesta formativa para el aprendizaje de castellano a 22 personas de nacionalidad ucraniana.
Respecto al voluntariado, aunque no se han recuperado los datos previos a la la pandemia, Cáritas constata un cambio de tendencia al alza; así, si comenzábamos el año con 708 personas voluntarias, a 31 de noviembre son ya 724.
Líneas de trabajo 2023
La fotografía que ofrecen los datos recogidos de la acción desarrollada en los distintos servicios y programas, permite identificar aquellas carencias del sistema que repercuten directamente en las familias a las que Cáritas atiende. El informe El coste de la vida y estrategias familiares para abordarlo, publicado recientemente por la Fundación FOESSA, apunta a una realidad que es necesario enfrentar con respuestas más ajustadas a la situación descrita. En este sentido, Cáritas, en sus líneas de actuación para 2023 apunta las siguientes prioridades:
- Desarrollar el programa de acompañamiento comunitario con apoyo habitacional.
- Puesta en marcha del plan de formación en torno al Modelo de Acción Social de Cáritas.
- Implementar un programa de formación y empleo en el ámbito rural.
En este marco, además, Cáritas seguirá trabajando en dos pilares básicos para asentar su respuesta a las necesidades de las personas más vulnerables del territorio.
- Despliegue del Plan estratégico de Caritas Diocesana de Vitoria.
- Impulso de un observatorio de la realidad, con el objeto de que sirva de test a las actuaciones y los programas de Caritas.
Esta Navidad, SOLO EL AMOR LO ILUMINA TODO
La Navidad nos recuerda que el amor es el motor que inspira el sentimiento y la actitud para iluminar y construir lo que merece la pena. Caridad, fraternidad, solidaridad, justicia… son palabras huecas si no van impregnadas de ese amor que, más allá de una fugaz afectividad, lleva a remediar necesidades y carencias propias y ajenas, cercanas y lejanas.
«Este amor, que ilumina porque remedia, forma parte de la sólida entraña de la Navidad cristiana y del mensaje que Jesús desde el Portal de Belén nos reclama cada año. Es una llamada a responder con ese amor que ilumina la vida y las relaciones desde su perspectiva más brillante y constructiva. En esta Navidad necesitamos creer y mostrar que esta esperanza es posible».
Cáritas propone el gran reto de sostener esa esperanza, recrearla y hacerla tan fuerte como cotidiana. «Que sea la esperanza nuestra forma de afrontar la vida y, en especial, la de aquellas personas que más dificultades atraviesan».
