Bajo este título el pasado 27 de marzo se juntaron participantes y voluntariado del programa de conversación estructurada de la zona centro.
El Campillo fue el lugar de encuentro y degustación.
El objetivo en este “world café” era hablar y debatir sobre los objetivos de esta actividad que realizamos en Cáritas y conocer si: ¿sirve como enriquecimiento personal derivado de la relación?; ¿para potenciar capacidades y recursos personales propios y de la otra persona?, ¿abre la posibilidad de crear nuevas redes sociales?
A cada mesa le toco debatir una pregunta y los asistentes tuvieron la oportunidad de estar en dos mesas diferente. Algunos de los bellos testimonios que recogieron los administradores de las mesas se presentan a continuación:
“Como voluntaria veo que es un enriquecimiento cultural, tratamos siempre de sacar lo mejor de cada uno, también con la intención de que la otra persona se sienta bien, y viceversa”, “son espacios en los que conoces otras formas de pensar o vivir”, “la superación y resistencia de la otra persona me sirve como ejemplo y fuerza”, “es contar con alguien al que puedes recurrir en problemas del día a día como la factura de la luz, lo que te dice el médico, medicamentos,…” “En esta vida estamos todos para aprender”, “es un espacio que me ayuda mucho porque no me da miedo hablar”, “es bonito ir adquiriendo amistad”, “es muy bueno en los malos momentos sentir el apoyo y la fuerza para seguir”…
Tras poner en común estos comentarios y otros muchos, hubo una ronda para ver cómo nos habíamos sentido, la mayoría estubimos de acuerdo que era otra forma de conocerse, muy agradable y relajada, en igualdad, lo que nos dejó a todos un aroma tan cálido y acogedor como el del café, aunque también a una persona se le ocurrió que en próximos encuentros podríamos tomar bebidas y postres típicos de diferentes lugares, a todos los demás nos pareció genial… y todo sea por volver a estar juntos, compartir y seguir degustando.
