
El pasado sábado tuvo lugar el tradicional encuentro de Santa Luisa Marillac, patrona del voluntariado católico, que nos sirve de excusa para organizar el primero de los dos encuentros de agentes de Cáritas Diocesana que tenemos al año. Alrededor de ciento cincuenta personas respondieron a la convocatoria.
Este 2025 es un año especial porque es año jubilar. Ello, unido a nuestra línea de sensibilización del curso —Allí donde nos necesitas, abrimos camino a la esperanza—, puso en bandeja la celebración del Jubileo de la Esperanza.
Habiendo el Sr. Obispo, D. Juan Carlos Elizalde, designado a Cáritas Diocesana lugar para poner en práctica las obras de misericordia necesarias para alcanzar la indulgencia plenaria (perdón de los pecados) propia del Jubileo, tenía todo su sentido que esta celebración tuviera lugar en la parroquia de Nuestra Señora Madre de los Desamparados, templo jubilar para 2025.
El obispo Elizalde, en su homilía, quiso destacar el valor de la comunidad en los inicios de la Iglesia; una Iglesia con vocación de acoger, proteger y acompañar desde la caridad: «Si hay comunidades, hay caridad, hay salvación, esperanza, futuro y proyecto».
La celebración del Día de la Mujer tuvo un lugar en las palabras que el Sr. Obispo dirigió a las personas asistentes: «Hoy la pobreza tiene rostro de mujer, pero también su lucha a través de Santa Luisa de Marillac y el conjunto de la Iglesia».
El voluntariado de Cáritas Zona Centro se hizo cargo de la preparación de la eucaristía en la parroquia de Desamparados. Entre sus peticiones a Dios: acierto en la acción y el compromiso voluntario, la igualdad entre hombres y mujeres, la paz y la justicia para el mundo y también personas que sumar a los equipos de Cáritas para acompañar mejor y a más personas con necesidades. El voluntariado de Cáritas ofreció, además, las actas de las reuniones que recogen el trabajo que se realiza; el logotipo de la institución, como seña de identidad y carisma; un cirio que ilumine la llama en los corazones, y el pan y el vino, con el que celebrar un encuentro más en Su Nombre.
Tras el recuerdo a las personas fallecidas vinculadas a Cáritas en los últimos meses, una acción de gracias con el voluntariado y su compromiso como centro: «Que Dios siga acrecentando su llamada a nuevas personas en favor de la justicia y la paz en nuestro mundo».