La recaudación de la marcha solidaria irá destinada al programa de Acompañamiento Habitacional de Cáritas Diocesana.
Sobre las diez de la mañana empezaba a notarse meneo en la plaza del quiosco, en el vitoriano Parque de la Florida. La lluvia había parado hacía un par de horas y la temperatura era estupenda para lo que nos traíamos entre manos: la XI Marcha Solidaria Green organizada por El Correo. Voluntarias, trabajadoras y la directora de Cáritas, Maite Sebal, estaban ya en el punto de venta de tiques para quienes se animaran a última hora. Y, oye, ¡hay mucha gente que apura! Se vendieron un montón.
La recaudación de esta nueva edición de la marcha irá destinada a apoyar el trabajo de nuestro programa de Acompañamiento Habitacional. En la foto podemos ver a Yolanda García, voluntaria del programa, atendiendo el puesto.
En los últimos días, El Correo ha querido acercar a sus lectores y lectoras la actividad de este programa. Hablaron con Yolanda y con el resto del voluntariado, y también con las familias que participan en el programa. Si no los viste en su momento, aquí tienes los dos reportajes publicados:
Un nuevo hogar lejos de las bombas – 15/09/2024
Voluntarias que ayudan sin pedir nada a cambio – 20/09/2020
Toque de color rojo
Como novedad, este año nos hicimos notar; sumamos al color green de la marcha nuestra propia nota cromática. Alrededor de treinta personas vinculadas a Cáritas se distinguieron con un chaleco rojo corporativo y se repartieron a lo largo del itinerario de diez kilómetros previsto por la organización. Se trataba de visibilizarnos como institución, que todas las personas participantes tuvieran presente que con su gesto estaban echando una mano a Cáritas y a su compromiso con las personas más frágiles del territorio.
Más fotos del día
Minutos antes de las diez y media, localizamos a un grupo nutrido de participantes, trabajadores y voluntariado del programa de Empleo, que esperaban para empezar a caminar. «¡Una foto, una foto, antes de que empiece!». Aquí está:
Poco después, bocinazo y ¡vamooooooos! Saludando a las cámaras de El Correo, los centenares de personas que iniciaban la marcha dejaban atrás la línea de salida y con entusiasmo avanzaban en dirección a Armentia.
Con la plaza en calma, ya fue posible la foto que sigue: de izquierda a derecha, Raquel Busto (Comunidades Acogedoras), Irati Gaztelu (Acompañamiento Habitacional), Yolanda García (Acompañamiento Habitacional), Maite Sebal (directora) y Yosune López de Luzuriaga (Comunidades Acogedoras).
Antes de dos horas llegaba el personal más dinámico. Con el tique en la mano, se dirigían a los puestos donde les esperaba la recompensa tras la caminata: un par de piezas de fruta y una taza.
Esperanza, solidaridad y agradecimiento.
Así, poco a poco, fue llegando la tropa. Como novedad, esta XI Marcha Solidaria Green tenía una carpa con talleres para la chavalería y una actividad de baile en la misma plaza que animó el cotarro postmarcha… hasta que se puso a llover. Visto como había amanecido el día, había dudas más que razonables de que la marcha librara del agua. Pero la gente de Cáritas teníamos esperanza, es una de nuestras herramientas de trabajo más potentes. Lo dice también nuestra campaña institucional de este año: Allí donde nos necesitas, abrimos camino a la esperanza.
No hay otra manera de terminar este post que dando las GRACIAS a El Correo y a las entidades y empresas colaboradoras, por la organización y por ofrecernos esta marcha año tras año. También a cada una de esas 1037 personas que, comprando su ticket y caminando por Cáritas en la mañana del pasado domingo, han dado alas a esa esperanza de la que hablábamos, la que se crece cuando encuentra arrope en la comunidad.
Empieza a llegar la gente…
Las chicas de Cáritas atienden el punto de venta de tiques de última hora.
También hay quien se interesa por las publicaciones que tenemos sobre la mesa con información de Cáritas.
El grupo de los talleres del programa de Empleo congregado antes de empezar la marcha.
¡Comienza la marcha!
Felicitaciones y entrega de avituallamiento y regalo.