25N – Entrevista a Naiara Zabala, trabajadora social impartiendo formación en el Programa de Mujer de Cáritas Vitoria

Naiara zabala, trabajadora social.

«La formación para la prevención y la sensibilización sobre violencia machista es fundamental para todas las mujeres. También creo que es necesario provocar un cambio desde la base social».

Con motivo de la cercanía del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, el Programa de Mujer de Cáritas ha programado nueve sesiones de sensibilización y formación para la detección de violencias machistas. Al frente de estas charlas ha estado Naiara Zabala, trabajadora social cursando un máster sobre violencia de género y con experiencia en el trato con mujeres víctimas de maltrato. Las sesiones han contado con el apoyo de Jamila Ben Tahi, una mujer de origen magrebí, que tradujo el contenido de la sesión en los grupos en los que participan mujeres árabes que todavía no comprenden bien el castellano.

El aumento del número de los casos de violencias machistas registradas revela que la estrategia no está funcionando. ¿Por qué crees que es?

Es así y no tengo una respuesta para esto, pero creo que hay que seguir por el camino iniciado; creo que se están consiguiendo cosas y que los datos no van a mejorar sustancialmente de un día para otro. Pero tenemos que avanzar en la sensibilización y en la prevención y hacerlo entre todos, porque es un problema social.

¿Por qué cuesta tanto dar el paso a la denuncia?

Va a depender de la vivencia de sufrimiento de cada mujer; en muchos casos es por miedo al agresor. El sentimiento de culpabilidad, no reconocerse como víctima, la falta de recursos económicos son otros motivos que retrasan la denuncia. El detonante puede ser la gravedad de la última agresión o el momento en el que los hijos y las hijas empiezan a ser conscientes de lo que pasa. Si tienen un entorno de apoyo, será más fácil que puedan dar ese paso.

Sigue siendo difícil identificar las violencias no físicas…

La violencia física es obviamente más fácil de identificar porque deja constancia. Además es la que tradicionalmente se identifica con violencia de género y hace que otros tipos de violencias queden en segundo plano. Por eso, en las charlas insisto en hablar de todas las violencias.

¿Se sale completamente de una experiencia de maltrato?

Es un proceso difícil, muy doloroso, en el que las mujeres se enfrentan con sus secuelas a un proceso largo. Pero pienso que, con el tiempo, se puede salir.

¿Cómo podemos desmontar los mitos y falsas creencias que hay en torno al maltrato?

Dejando de justificar al agresor y de juzgar a la víctima: «es por el alcohol», «tiene un problema de adicción»… frente a «si le pega, ¿por qué se queda en casa?», «es su problema, si quiere aguantar eso». Estas creencias están muy interiorizadas y, seguro, que alguna vez, hemos dicho alguna.

¿Crees que una mujer que conoce sus derechos está más preparada para hacer frente a la violencia machista?

Yo creo que el desconocimiento no solo de los derechos, también de los recursos, del procedimiento judicial y el miedo a este dificultan las cosas. Cuanto más información tenga de todo esto, más preparada estará para poder hacer frente a una situación tan difícil como el maltrato.

¿Dónde más habría que informar para ampliar el conocimiento de todo esto?

Hay un desconocimiento general; si no te ha tocado vivir una situación de violencia machista, es fácil que no te hayas informado. En las sesiones que hemos llevado a cabo en el Programa de Mujer de Cáritas, he insistido mucho en que no van dirigidas únicamente a mujeres víctimas de violencias machistas; la formación para la prevención y la sensibilización sobre este tema es fundamental para todas las mujeres. También creo que es necesario provocar un cambio desde la base social; los casos están aumentando entre los niños y las niñas. Aparte, nunca está de más la formación de sensibilización a profesionales de la medicina, el trabajo social, la policía…

 

25 de noviembre de 2023

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