Encuentro de escuelas de mujeres de Cáritas, con motivo del Día para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres

Libres y juntas volamos más alto

Ayer vivimos algo muy chulo en los locales de la parroquia de la Coronación. Se celebró el primer encuentro de las cuatro escuelas de mujeres de Cáritas Diocesana: la de El Pilar, la del Centro de Formación, la de Santa María y la de Llodio. Alrededor de 120 mujeres, algunos hombres y varios niños y niñas acudieron a esta convocatoria preparada con motivo del Día para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, que se celebra hoy, 25 de noviembre.

La directora de Cáritas, Maite Sebal, quiso acompañar a las mujeres en este primer encuentro conjunto. En su intervención, puso en valor el trabajo de Cáritas dirigido al acompañamiento y la formación de mujeres que atraviesan situaciones de vulnerabilidad y destacó que los informes de pobreza, y también los de Cáritas, siguen apuntando que el perfil de la pobreza tiene cara de mujer. Es por eso que Cáritas, desde el planteamiento de su plan estratégico ha creado el Programa de Mujer, con la intención de ampliar la mirada y seguir trabajando en red con las instituciones, para detectar nuevas necesidades de las mujeres que acuden a Cáritas, para intentar ofrecer respuestas adecuadas.

Libres y juntas volamos más alto

Este fue el lema que centró el encuentro y en torno al cual las responsables de las cuatro escuelas prepararon un sencillo gesto, para recordar a las mujeres víctimas de violencia machista del pasado 2021: 2 mujeres asesinadas y 649 más víctimas de violencias machistas. NI una más. Ni una menos.

Si algo define muy bien el acto de ayer es la participación. Todas las personas habían ido allí a hacer algo: a aportar, a sumar, a unir su voz a las del resto para alzar la denuncia; la violencia machista alcanza a millones de mujeres en todo el mundo, cada día del año. Los datos de Álava estremecen también; no son meras cifras y por eso en la tarde de ayer lo tuvimos muy presente. Los talleres de Cáritas habían preparado un panel de cartón pluma con una mariposa a escala humana y dos mariposas más de color negro: una de ellas representaba a las mujeres asesinadas; la otra a las mujeres violentadas por sus parejas, exparejas y otros hombres. 2 mujeres asesinadas, 649 más víctimas de violencias machistas. Y al repetirlo, volvemos a tomar conciencia de lo terribles que son estas cuentas.

Amanecer

La primera parte del encuentro, tras el saludo de la directora de Cáritas, fue para que cada una de las escuelas conociera a las otras tres: su origen, trayectoria, sentido y actividad. Fue bonito compartirlo y concluir que tener tanto en común empodera la respuesta de Cáritas a la necesidad de ofrecer espacios donde las mujeres se sientan acogidas, acompañadas, escuchadas, respetadas, libres…, importantes para el grupo. Las tareas (costura, gimnasia, talleres, clases de castellano, manualidades…) son importantes; pero lo que hace necesarias las escuelas de mujeres es el objetivo de hermanarse y crecer juntas enfrentando las dificultades para tomar las riendas, cada una, de su propia vida. Tiene que pasar la noche para que llegue el amanecer.

Y llegó también el amanecer al encuentro de ayer. Lo trajo Amaya, de la asociación Goizargi Emakumeak. Lo trajo con su sonrisa, su naturalidad, su cercanía y su mensaje, como víctima de violencia machista en reconstrucción y en compromiso junto a otras mujeres que necesitan a otras que ya pasaron por situaciones similares y que están dispuestas a acompañar sin juzgar.

Amaya vino a dar a conocer la asociación a las asistentes al encuentro y, a través de ellas, quizá también a otras mujeres que puedan estar viviendo situaciones de violencia, se sientan solas y necesiten comprensión, apoyo y un abrazo para el alma.

Goizargi no tiene página web ni redes sociales. Las mujeres de Goizargi son víctimas, no pueden visibilizarse porque se ponen en riesgo. Es por eso que esta asociación se da a conocer boca a boca, a través de encuentros como el de ayer, talleres, formaciones, derivación de trabajadoras sociales de instituciones y otras asociaciones…

Por cada una de ellas

Tras la intervención de Amaya, llegó el gesto. Las cuatro escuelas vinieron al encuentro con los deberes hechos: habían preparado 649 pequeñas mariposas de cartulina, goma eva y ganchillo; una por cada una de las víctimas de la violencia machista en 2021, que se sumaron a las dos mariposas negras que ya estaban presentes en el panel junto al lema. Con la preciosa canción Ni una más, ni una menos, de Mamma Soul, de fondo, las mujeres se fueron acercando al panel para colocar las 649 pequeñas mariposas dentro de la mariposa grande: Juntas y libres volamos más alto. El diseño de la mariposa tenía un espacio entre las dos alas de la mariposa, suficiente para acoger el cuerpo de una mujer, aportando así una preciosa metáfora sobre el proceso de reconstrucción personal arropado por el grupo, por otras mujeres, por otras personas sensibles y dispuestas, por la comunidad.

Hoy es el día. Es 25 de noviembre y con esta crónica del encuentro de las escuelas de mujeres de Cáritas, nos sumamos a la denuncia y al esfuerzo colectivo para terminar para siempre con esta lacra que tanto nos avergüenza como sociedad.

Feliz día de volar juntas. Feliz día de sumar hombres y mujeres al reto de la igualdad 💜

 

Amaya Gallo, Goizargi Emakumeak