Las dificultades para el acceso a derechos básicos como la vivienda o el empleo y la brecha digital, preocupaciones de Cáritas Euskadi.

  • Junto a las memorias de actividad correspondientes a Cáritas Bizkaia, Cáritas Gipuzkoa y Cáritas de Vitoria, las tres Cáritas han presentado simultáneamente la memoria de Cáritas Euskadi relativa al año 2021

Las direcciones de las tres Cáritas que conforman Caritas Euskadi han compartido esta misma mañana con los medios de comunicación que las principales dificultades con las que se encuentran las familias atendidas son:

  • El acceso y mantenimiento de la vivienda, como una de las principales preocupaciones.
  • Las dificultades para los cuidados en familias con hijos e hijas, especialmente cuando tienen que combinarse con la necesidad de acceso a un empleo estable, sobre todo en situaciones de pobreza, familias monoparentales… Estas familias son de las más afectadas por las situaciones de pobreza y precariedad laboral.
  • El acceso a un empleo de calidad y estable. El empleo precario y la inestabilidad laboral grave son las características principales de las personas atendidas. La preocupación por el empleo está muy presente
  • Las dificultades para la regularización administrativa en personas de origen extranjero y en situación irregular; también en las situaciones de las personas regularizadas, por temor a una irregularidad sobrevenida. Es un obstáculo en los proyectos de vida y para la inclusión por el empleo de una parte importante de la población atendida. Esta preocupación se extiende mucho más en la población inmigrante.
  • La brecha digital como elemento de exclusión: La brecha digital se ha instaurado como elemento que genera exclusión. La digitalización de gran parte de las gestiones con la administración, con los bancos y otras instituciones, añaden dificultad a las personas que más difícil lo tienen. El acceso a derechos, servicios y prestaciones, las oportunidades de acceso a un empleo, a la formación o la realización de trámites burocráticos de primer orden se ven truncados porque las personas en situación vulnerable no disponen de las destrezas suficientes, ni de los dispositivos adecuados, ni de acceso a datos suficientes. En este sentido, las oportunidades se han visto aún más mermadas que antes de la pandemia. Se trata de un claro retroceso para las personas que más necesitan de estos servicios y prestaciones.
  • Situaciones de soledad y aislamiento que en el confinamiento han visto agravada su situación. El aislamiento social y las pocas oportunidades para participar en asociaciones y en política que caracterizan a las personas con más problemas sociales es otra de las claves para comprender todas estas situaciones. La soledad, la desvinculación y una autoimagen poco empoderada debilitan aún más las posibilidades que tienen muchas personas de nuestro entorno para influir en la transformación de las causas que determinan sus condiciones de vida. El confinamiento ha profundizado este aislamiento y ha empobrecido el capital relacional de las personas.

Con todo ello, la institución destaca la necesidad de poner en valor el esfuerzo de las personas acompañadas por su activación para salir de su situación. «Desde nuestra experiencia de acompañamiento y trabajo con las personas, podemos constatar el esfuerzo de éstas por salir adelante: activándose en la búsqueda de empleo, realizando formación, mejorando sus habilidades, ejerciendo cuidados de la familia, compartiendo saberes, preocupaciones, ideas, acciones… Queremos poner en valor su esfuerzo cotidiano para salir adelante en el día a día. Lejos de los estereotipos que circulan habitualmente entre parte de la sociedad, queremos reivindicar el esfuerzo cotidiano de tantas y tantas familias para salir adelante a pesar del contexto actual y la falta de oportunidades».

A continuación, los datos relativos a la memoria de Cáritas Euskadi:

 

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