Día Internacional de la Paz: Construir sociedades justas y pacificas en África para una recuperación equitativa y sostenible

  • Cáritas Europa y Cáritas África instan a «abordar la injusticia social, fomentar la inclusión social y contribuir a una paz sostenible».

La celebración del Día Internacional de la Paz supone una oportunidad para poner el foco en los retos que la red internacional de Cáritas —integrada por más de 160 Cáritas nacionales presentes en unos 200 regiones y territorios de todo el mundo— afronta a la hora de desarrollar una acción humanitaria y de cooperación al desarrollo basada en la construcción de la paz, la justicia social y la libertad.

Con motivo de esta jornada, Cáritas Europa y Cáritas África lanzan una declaración conjunta en la que instan a los Gobiernos africanos y a los líderes de la Unión Europea a trabajar por una recuperación equitativa y sostenible tras los estragos causados por la pandemia, y a sumar esfuerzos para avanzar en la construcción de sociedades justas y pacíficas en África.

Cáritas Española, como miembro del Comité Ejecutivo de Cáritas Europa –donde nuestra secretaria general, Natalia Peiro, desempeña la vicepresidencia—, se suma a este llamamiento, que avanza en la misma línea del trabajo de cooperación fraterna que desde hace décadas impulsamos en todo el continente africano y el resto del mundo, donde uno de los ejes prioritarios es la construcción de la paz.

Declaración de Cáritas Europa y Cáritas África

Construyendo sociedades justas y pacíficas en África. Por una recuperación equitativa y sostenible

«La paz es un don que Dios confía a la responsabilidad humana, que debe fomentarse mediante el diálogo y el respeto de los derechos de todos, mediante la reconciliación y el perdón». Papa Benedicto XVI

Con motivo del Día Internacional de la Paz, Caritas África y Caritas Europa llaman la atención sobre los múltiples aspectos de la exclusión social que son motores persistentes del conflicto en muchos países africanos. Ponemos de relieve la importancia de las libertades cívicas fundamentales que deben garantizarse para todos los ciudadanos e instamos a los líderes africanos y europeos a tomar todas las medidas necesarias para proteger estos derechos básicos.

La desigualdad social y la concentración del poder económico y político en manos de unas pocas élites gobernantes están en el centro de la inestabilidad en muchos países africanos. Grupos de población específicos están marginados en función de su origen étnico, ubicación geográfica o formas de vida. Sin embargo, las prioridades políticas a menudo se establecen reflejando los propios intereses de los Gobiernos y las empresas transnacionales, a expensas de los derechos, las necesidades y las aspiraciones de las poblaciones locales, especialmente de las que viven en zonas remotas, y de los grupos marginados.

Urgidos por la extrema desigualdad, la pobreza y la corrupción, y la falta de conciencia sobre la seguridad social, cada vez más personas se involucran en movimientos de protesta política. El desafío, sin embargo, radica en que el espacio cívico para hacer que se escuche una sola voz es extremadamente limitado y se está reduciendo cada vez más. En muchos países africanos, las personas aspiran a crear más oportunidades de diálogo para contribuir al desarrollo de sus sociedades. Y es lamentable comprobar cómo, en algunos lugares, la gente está arriesgando su vida al tratar de proteger la Constitución de su país, exigir un buen gobierno y condenar la corrupción.

Reiteramos que la paz y la justicia social son requisitos previos para el desarrollo; en su ausencia, los sistemas regionales, nacionales y locales para garantizar salud, educación, oportunidades económicas y justicia están condenados al fracaso. Como resultado de ello, las comunidades corren el riesgo de enfrentarse a situaciones prolongadas de inseguridad y fragilidad. Una paz sostenible solo se puede lograr donde hay un espacio abierto e inclusivo para el diálogo.

Siendo testigos de estos patrones de exclusión, Caritas África y Caritas Europa están preocupadas por el cierre del espacio cívico, el retroceso democrático y, en particular, la reacción política contra grupos concretos de personas y minorías. No podemos esperar una paz estable y duradera si no construimos sociedades más justas y equitativas en las que todos los ciudadanos puedan participar libre e igualitariamente.

“Creemos que el primer paso hacia la construcción de una paz sostenible es abordar la discriminación y reconocer que todas las personas merecen dignidad, prosperidad y un papel participativo en los procesos de paz, ya sean mujeres, discapacitados, analfabetos, migrantes, indígenas, pobres, jóvenes o ancianos”, afirma Maria Nyman, secretaria general de Caritas Europa.

Por lo tanto, hacemos hincapié en que los Gobiernos africanos deben escuchar y comprender las preocupaciones y demandas de todas las personas. Tienen el deber de empoderar a quienes están excluidos y marginados para que participen en la toma de decisiones y los procesos de paz para que les permitan convertirse en agentes de cambio en sus propias sociedades.

Caritas pide a los líderes africanos que cumplan sus obligaciones legales nacionales e internacionales de respetar y hacer cumplir los derechos humanos fundamentales y garantizar la libertad de expresión, asociación y reunión, así como el derecho a la protesta pacífica. Instamos al Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana a una mejor promoción de estas prácticas democráticas entre los Estados Miembros.

«La paz, la seguridad y la estabilidad en África solo se pueden lograr si, en la vida cotidiana, las personas pueden ejercer sus derechos cívicos, son tratadas con dignidad y tienen el espacio para contribuir a una mejor gobernanza», asegura Albert Mashika, secretario ejecutivo de Caritas África.

Asimismo, pedimos a la Unión Europea que persevere como líder mundial en derechos humanos, democracia y Estado de derecho, asegurando, incluso, que sus iniciativas de desarrollo internacional den prioridad a los derechos y aspiraciones de las poblaciones locales e indígenas. En particular, esperamos que la Comisión Europea garantice que los actores de la sociedad civil de ambos continentes tengan oportunidades significativas para participar en el nuevo marco de asociación UE-África en el período previo a la sexta cumbre UA-UE, prevista para principios de 2022. Solo con el espacio adecuado para el diálogo, esta iniciativa conseguirá abordar la injusticia social, fomentar la inclusión social y contribuir a una paz sostenible.

Apuesta de Cáritas Española por la paz y el diálogo

África es uno de los escenarios donde la acción internacional de Cáritas Española orientada a la construcción de la paz representa un eje prioritario en las diversas estrategias de cooperación al desarrollo y programas de emergencia humanitaria actualmente en marcha. Es especialmente en los contextos de violencia exacerbada o de guerra abierta donde Cáritas se centra en proteger la vida e integridad de las personas afectadas y restaurar la mínima convivencia necesaria para una vida digna.

Algunos ejemplos de este trabajo de Cáritas dirigido a la protección y asistencia a víctimas de violencia bélica o a las acciones de mediación en conflictos es el que se lleva a cabo en la República Democrática del Congo. En ese país, se realizan actualmente, de la mano de las Cáritas locales, programas de acompañamiento y formación a líderes comunitarios y voluntarios parroquiales para que promuevan el diálogo en comunidades con presencia de actores armados.

En el último año, estos líderes han llevado a cabo 7 acciones de mediación comunitaria dirigidas a parar o prevenir enfrentamientos entre grupos armados, lo que ha librado a cerca de 10.000 personas de una situación de violencia generalizada en sus comunidades. Asimismo, estos líderes también han realizado alrededor de 500 mediaciones en conflictos civiles que, de no haberse producido, podrían haberse convertido en violentos.

Este compromiso a favor de la paz de Cáritas Española tiene lugar también en aquellas comunidades que afrontan escenarios post-conflicto, mediante acciones de pedagogía para la paz cuya finalidad es profundizar en la conciliación y evitar una reactivación de las causas del conflicto. Es el caso de Sudán del Sur, donde se financian programas de ayuda alimentaria para las poblaciones que retornan a sus lugares de origen tras la huida provocada por la guerra civil. Junto a ello, se desarrollan en cinco diócesis acciones facilitadoras de la implementación de los acuerdos de paz a nivel local y de las que hasta la fecha se han beneficiado unas 13.000 personas.

Estos son sólo dos ejemplos del total de 17 proyectos que actualmente apoya Cáritas Española en África y que incluyen el impulso a la construcción de la paz dentro de sus objetivos prioritarios. Entre 2020 y 2021 se han invertido en esas acciones 1.173.469,74 euros, en las que participan un total de 1.748.965 personas beneficiarias.

En América Latina y el Caribe, son 24 los proyectos financiados por Cáritas Española que tienen la construcción de la paz como uno de sus ejes estratégicos. Durante los dos últimos años se han destinado a esos programas un total de 929.645,96 euros, gracias a los cuales se acompañan a 61.377 personas.

Otras 92.640 personas participan en 8 proyectos centrados en el apoyo a los procesos de paz y diálogo en diversos países de Asia y Oceanía, a los que en 2020 y 2021 se han destinado un total de 182.697 euros.

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