La localidad madrileña de Alpedrete acogió durante los días 10 y 11 de abril 2019, el “I Encuentro Confederal del Mundo Rural” en el que participaron cerca de 120 personas procedentes de 36 Cáritas Diocesanas y de los servicios generales de Cáritas Española. Desde nuestra Cáritas Diocesana han participado 2 voluntarias y 2 técnicos.
Este encuentro Confederal se convocó con los siguientes objetivos:
- Visibilizar la acción de Cáritas en el mundo rural
- Conocer el territorio rural como lugar de acción
- Compartir los retos
- Buscar respuestas a las situaciones de exclusión rural y
- Construir un mensaje común a nivel confederal
Se ha mirado el mundo Rural desde sus datos, sus experiencias y las posibilidades, siendo muy conscientes de que otra realidad es posible. Nos negamos a hablar del campo, de los pueblos en pasado, porque siguen vivos.
Se hizo patente la necesidad de actualizar la imagen desenfada de los pueblos, de sensibilizara las ciudades en solidaridad con el mundo rural y de evitar naturalizar el despoblamiento. Hay que exigir que se legisle en equidad.
Finalmente pusimos en valor el estilo de vida rural que propone volver a la tierra para cuidarla, vivir con poco, crear comunidad y mejorar la sostenibilidad. Entre todos debemos ayudar a que esos cambios produzcan una transformación. El mundo rural debe evolucionar y saber convivir con el urbano.
*** A continuación , Angelines Ortiz de Arrizabaleta, voluntaria desde hace más de 25 años en la Cáritas parroquial de Agurain /Salvatierra, y una de las asistentes al Encuentro, nos cuenta cómo es y cómo vive su experiencia como voluntaria. Para ella es como un regalo, siendo ejemplo y animando a otras personas a poder compartir y hacer voluntariado en sus Cáritas Rurales.
¿Cómo estás viviendo esta experiencia?
Como un regalo. Y lo digo con emoción. Ya desde inicio del encuentro, desde la oración, me he sentido profundamente identificada con lo que se ha dicho. La frase “somos sembradores” y no cosechadores” la llevo a mi trabajo de acompañamiento. Esa apuesta por la gente, esa paciencia y esa esperanza. Creo que este encuentro puede ayudar a visibilizar a las personas con las que trabajamos, a esas minorías olvidadas, a los mayores, a los migrantes, a los excluidos…Tenemos que ser conscientes de las pobrezas del mundo rural pero siempre mirándolas desde la esperanza.
¿Qué te llevas del encuentro?
He conocido la realidad de otras Cáritas rurales con las que a pesar de la distancia y diversidad, tenemos mucho en común. También me llevo la idea de que tenemos que fortalecer nuestras comunidades y participar más en la vida de los pueblo. Caritas tiene que estar dentro de la comunidad. Ojala lo aprendido y compartido aquí sirva para fortalecer los equipos rurales y para que las personas que amamos los pueblos y trabajamos en ellos podamos ayudar a que sigan existiendo.
Nos volvemos recargados de energía para seguir trabajando desde nuestra realidad rural convencidos de que estamos en buen camino.
