Hagamos que tener una vida digna deje de ser cuestión de suerte.

Mientras haya personas, hay esperanza. Pertsonak dauden artean, itxaropena izango da.
 
Más allá del consumo y las prisas, la Navidad nos invita a mirar con hondura y reconocer a quienes, hoy, siguen viendo su vida condicionada por el azar: por un empleo precario, por la falta de oportunidades, por la soledad o por la fragilidad emocional y material.
 
En Cáritas Diocesana de Vitoria acompañamos cada día historias que muestran que tener una vida digna no debería depender de la suerte, sino de derechos garantizados, de vínculos que sostienen y de una comunidad que abraza.
 
Estas fechas nos recuerdan que mientras haya personas, hay esperanza. Esperanza que se concreta cuando ofrecemos tiempo, escucha o apoyo económico; cuando nos comprometemos a que ninguna vida quede al margen.
 
Allí donde nos necesitas, caminamos contigo. Como Iglesia y como comunidad cristiana, queremos estar al lado de las personas más vulnerables para denunciar la injusticia, acompañar en la precariedad y anunciar la esperanza que nace cuando nos sabemos parte unas de otras.
 
Sea cual sea tu historia, estamos aquí: con quienes sufren soledad, pobreza o falta de oportunidades; con quienes necesitan una puerta que se abra y un encuentro que devuelva dignidad. Cada gesto compartido traza un camino nuevo en el que tener una vida digna deja de ser un privilegio y se convierte en un derecho.
 
 
HAZ TU DONATIVO y apoya la acción de Cáritas.
Cada aportación es un paso para que más personas puedan construir su vida sobre oportunidades reales y no sobre la suerte.
 
HAGAMOS QUE TENER UNA VIDA DIGNA DEJE DE SER CUESTIÓN DE SUERTE.
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Cáritas Española recuerda que «hagamos que tener una vida digna deje de ser cuestión de suerte» e invita a mirar la realidad de quienes siguen viendo su futuro condicionado por la precariedad, la soledad o la exclusión. [enlace]