Con motivo de la jornada mundial de reivindicación del trabajo decente, la iniciativa Iglesia por un Trabajo Decente—en nuestra diócesis representada por Cáritas, HOAC, CONFER, Acción Católica General, Delegación de Migraciones , Secretariado Social, Religiosas de María Inmaculada y Fundación Arizmendiarreta— hace público el manifiesto que reproducimos a continuación:
«Este 7 de Octubre de 2023, las organizaciones que formamos la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), unidas a todas las personas trabajadoras del mundo, celebramos la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, con el objetivo de reivindicar el trabajo decente como derecho y para lograr el bienestar de la comunidad. Reclamamos la importancia de que “El trabajo es el gran tema”, medio imprescindible para el reconocimiento de la sagrada dignidad de las personas, y sin embargo a menudo ausente o precarizado.
Desde 2015, esta iniciativa persigue reivindicar el Trabajo Decente siguiendo las palabras del papa Francisco: “No hay peor pobreza material que la que no permite ganarse el pan y priva de la dignidad del trabajo” y el objetivo nº 8 de la agenda 2030 de la ONU: “Trabajo decente como la oportunidad de realizar una actividad productiva que aporta un ingreso justo, seguridad en el lugar de trabajo y protección social para las familias”
En 2023 queremos hacer especial hincapié en la importancia que tiene la seguridad en los lugares de trabajo, de acuerdo con nuestro lema de este año: “Un trabajo decente tiene que ser un trabajo saludable”, porque el trabajo no puede considerarse como un castigo para las personas, sino como dice el papa Francisco: “el trabajo es lo que hace al hombre semejante a Dios, porque con el trabajo el hombre es un creador, es capaz de crear”[1]. Por ello denunciamos la situación precaria de muchas personas trabajadoras de nuestro país, centrándonos en que la siniestralidad en el trabajo aumenta en lugar de disminuir y esta triste lacra hemos de denunciarla. Con motivo del 28 de Abril (Día de la Seguridad y la Salud en el Trabajo) la Iglesia también alzó su voz preocupada a través del documento “Un trabajo que cuida”, que indica “la falta de salud laboral como un problema social que requiere de soluciones colectivas”, ejemplos de estas situaciones:
- Especialmente preocupante en los trabajos feminizados (limpieza, cuidados, enfermería…). Son los muchos casos de cargas esqueleto-musculares, así como los problemas de salud mental que originan estos trabajos planteados exclusivamente desde el punto de vista económico y no desde la perspectiva humana.
- Miles de personas siguen hoy en día sin acceso a trabajo, mientras las condiciones precarias siguen instaladas entre la clase trabajadora, perpetuando la vulnerabilidad. Un informe elaborado por Esade denota esta preocupación por el bienestar mental, como una de las causas prioritarias a la hora de abandonar un puesto de trabajo, seguida de la búsqueda de mejora de condiciones y las mayores posibilidades de conciliación.
Por todo esto, los movimientos impulsores de esta Iniciativa, seguimos demandando un trabajo en el que no sufra nuestra salud, y exigimos, junto a otros colectivos de trabajadores, la implantación y el cumplimiento de los medios de prevención de riesgos laborales que defiendan la vida de los trabajadores. Así mismo, recordamos un año más las reivindicaciones de la humanización del trabajo, y pedimos a las Instituciones y Administraciones un compromiso de promoción del trabajo decente que evite la exclusión y la precariedad.
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Con motivo de la jornada de reivindicación por el Trabajo Decente, el Equipo por el Trabajo Decente de nuestra Diócesis de Vitoria —Cáritas, HOAC, CONFER, Acción Católica General, Delegación de Migraciones , Secretariado Social, Religiosas de María Inmaculada y Fundación Arizmendiarreta— además de firmar el manifiesto ha organizado dos eventos para el próximo viernes 6 de octubre:
- Vigilia de Oración. A las 19:00 h, en el Aula San Pablo, en la calle Vicente Goikoetxea 5, de Vitoria-Gasteiz.
- Gesto de Solidaridad. A las 20:00 h, en la confluencia de las calles Postas y Dato, de Vitoria-Gasteiz.
[1] Papa Francisco, homilía en santa Marta, 1 de mayo de 2020