
11 de Abril de 2016
Celebramos el XVIII Encuentro Rural: Tras la huella del Evangelio.
En Rivabellosa.
En las dieciocho ediciones de Encuentro Rural que Cáritas lleva organizadas se han abordado diferentes temas, seleccionados siempre a partir de las inquietudes manifestadas en los grupos de Cáritas en los pueblos. El análisis de la realidad y la escucha activa son rasgos indiscutibles del hacer de Cáritas. Y es desde ahí desde donde surgió hace ya 18 años la necesidad de crear un espacio de encuentro y de reflexión, donde poder abordar las líneas que marquen la labor de Cáritas en la zona rural.
El Encuentro Rural de Cáritas está inspirado por personas que viven su compromiso desde la fe. Esta particularidad en la motivación ofrece un barniz diferenciador a la tarea que los y las agentes de Cáritas desempeñan desde su servicio a las personas con más dificultades de nuestra sociedad.
La huella del Evangelio
La fe es un motor poderoso para la dinamización de valores como la solidaridad, la empatía, la dignidad y la defensa de los derechos humanos de todas las personas.
En Cáritas seguimos la huella del Evangelio. El Evangelio nos ofrece una riqueza inagotable de reflexiones que marcan nuestros pasos como cristianos y cristianas.
Siguiendo la huella del Evangelio, Cáritas Diocesana ha llegado a la celebración de esta XVIII edición de Encuentro Rural, el pasado sábado en Rivabellosa.
Alrededor de un centenar de personas acudieron a la convocatoria. Tras el saludo y bienvenida del director, Santos Gil, tuvo lugar la ponencia del secretario general, Ramón Ibeas: ‘Misericordia y caridad, una responsabilidad social’.
Ibeas ofreció a las personas asistentes una reflexión sobre la llamada del Evangelio y la respuesta que estamos dispuestos a dar a la misma: ‘Estamos en Cáritas porque hemos tomado una decisión ante una llamada, y hemos dado una respuesta: la caridad’.
El posadero
La parábola del Buen Samaritano fue la escogida por el secretario general de Cáritas como modelo pedagógico para reconocer las diferentes actitudes posibles ante la persona que sufre. Quienes ignoran, sacerdote y levita; quien se para y preocupa de recoger al herido, el buen samaritano; y quien verdaderamente cuida del hombre, el posadero: ‘¿Quién cuidó del herido?. El posadero. Quien recibe el encargo y lo asume, es el posadero. Nosotros somos el posadero. El buen samaritano tenía cosas que hacer’.
Apoyándose en las enseñanzas de distintas encíclicas papales -como Caritas in Veritate (Benedicto XVI), Evangelii Gaudium (Francisco), Pacem in terris (Juan XXIII) y también la Misericordiae Vultus (Francisco)- Ramón Ibeas, fue apuntando la manera en la que el Evangelio toma forma en la acción socio caritativa.
Como conclusión a una completa reflexión sobre la responsabilidad social de la caridad, las siguientes afirmaciones:
‘Las situaciones de injusticia las provocan las relaciones entre las personas en el marco de estructuras injustas’.
‘El pecado original es el que tiene la sociedad en la que nacemos con sus estructuras. No es mi culpa, pero sí es mi responsabilidad que esto vaya cambiando. Es mi opción la opción por los pobres’.
Hacer vida el Evangelio
Tras el descanso tuvo lugar una mesa redonda en la que cuatro personas ofrecieron a los presentes testimonio de cómo hacer vida las enseñanzas del Evangelio. Puri González, Conchi Ibarra, Sonia Sanz y José Ramón Oribe se acercaron al Encuentro Rural de Cáritas para compartir los distintos compromisos a los que se sienten llamados por su fe: la participación en la comunidad parroquial, la animación de la liturgia, la catequesis, el tiempo libre y también la presencia pública en ámbitos sociales: dando un paso adelante por la paz y la reconciliación en movimientos como Gesto por la Paz, comprometidos con los derechos de los trabajadores en HOAC, promoviendo la eliminación de barreras arquitectónicas en los espacios de la Iglesia, formando a personas inmigrantes, ofreciendo acogida y apoyo a personas mayores…
Gracias a Puri, Conchi, Sonia y José Ramón por compartir su testimonio y también a todas aquellas personas que se acercaron un año más al Encuentro Rural de Cáritas. Todos y todas ellas hacen que esta propuesta de formación y reflexión anual de las Cáritas rurales se vea reforzada y con muchas ganas de seguir adelante.











