16 de Diciembre de 2010
Cáritas llama a la solidaridad para ofercer esperanza a quienes menos tienen.
La insitución prevé un 2011 aún difícil, que necesitará el apoyo y la implicación de todos.
A pesar de la tendencia que marcan algunos indicadores económicos, Cáritas afirma con rotundidad que “seguimos en crisis”. La organización católica se ha dirigido una vez más a la sociedad para llamar a una solidaridad capaz de transmitir esperanza a las personas más vulnerables y más seriamente afectadas por la coyuntura económica. Los datos del paro refuerzan las previsiones de Cáritas y auguran que el próximo año 2011 seguirá siendo duro para muchas familias alavesas. El perfil de las personas atendidas por Cáritas sigue apuntando a mujeres y trabajadores inmigrantes que están perdiendo sus empleos y con ello la posibilidad de regularizar su situación legal. No en vano en el tercer trimestre de 2010 el porcentaje de paro de trabajadores inmigrantes se sitúa en un 30,24%, frente al 19,79% de nacionales. En palabras de Ramón Ibeas, secretario general de Cáritas Diocesana de Vitoria, “La crisis ha afectado directamente a los migrantes. Los sectores de actividad que han sido motor económico en los últimos años –construcción, restauración y agricultura- se han paralizado dejando a muchos cabezas de familia sin empleo”. A esta situación, se añaden las restricciones de las políticas migratorias en España, que han optado por impulsar actuaciones como el retorno voluntario, restringiendo con ésta y otras medidas los derechos de los inmigrantes: “Los derechos no pueden depender del ciclo económico en el que nos encontramos. No podemos comulgar con una visión mercantilista de los migrantes como trabajadores”, ha denunciado Ibeas. Desde el inicio de la crisis (2007) Cáritas ha registrado un crecimiento del 156% en el número de ayudas económicas concedidas en los despachos de acogida de las parroquias. El incremento del gasto de los últimos años ha puesto a la institución en alerta ante una situación de dificultad económica a la que se está haciendo frente con la desinteresada implicación de socios y donantes.Con la cercanía de la Navidad, Cáritas lanza a la sociedad un llamamiento a la solidaridad, para que quienes más sufren mantengan la esperanza en tiempos mejores. La crisis económica sigue afectando a la sociedad alavesa y únicamente con el esfuerzo y la implicación de todos es posible avanzar. Sin TI no somos NOSOTROS. Zurekin, Gurekin. ZU eta BIOK, GUK.Es el mensaje de fraternidad que Cáritas hace llegar a través de su campaña institucional presentada esta misma mañana. Por tercer año consecutivo, las comunidades cristianas están trabajando en la sensibilización por la recuperación de los valores: la comunicación, la participación, la diversidad y la gratuidad. En este momento, con la cercanía de la Navidad, un nuevo valor, el de la fraternidad, cobra protagonismo en Cáritas. En palabras de Juan Carlos Pinedo, delegado episcopal de Cáritas “Necesitamos ser comunidades que viven la vida a través de la fraternidad; que generan convivencia, solidaridad y cercanía con los demás; y en especial, con los que más sufren”. La campaña de Cáritas apela a la conciencia de las personas, para invitar a construir un modelo de sociedad basado en valores que favorezcan la dignidad de todas las personas.El próximo domingo 19 de diciembre –Día Diocesano de Caridad- será presentada esta campaña en las comunidades parroquiales. Los donativos para Cáritas se recogerán en las colectas de las eucaristías, en los números de cuenta habituales y también a través de la página web de Cáritas (https://www.caritasvitoria.org).
Retirada de ayudas RGI por parte del Gobierno Vasco.
Preguntado por la opinión de Cáritas acerca de la retirada de 6.262 ayudas de RGI «por irregularidades», Ramón Ibeas ha querido puntualizar que la medida tomada por el Gobierno Vasco está prevista en la ley, que establece como requisito estar apuntado en una oficina de empleo. Ha añadido Ibeas que, partiendo de ahí, hay distintas formas de hacer las cosas «cortar la ayuda primero y poner orden después es una medida lesiva para las personas que están en situación de dificultad». El secretario general de Cáritas ha añadido que, respecto a las personas inmigrantes, «la ley exige una serie de cuestiones que no van a poder cumplir -agrupación familar y declaración de los bienes en origen-. Por lo tanto, estas personas se van a quedar entre nosotros condenadas a la ilegalidad.»
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