15 de Marzo de 2016
Celebración de Santa Luisa de Marillac 2016
Ayer tuvo lugar el tradicional encuentro de voluntariado que se celebra cada año con motivo de la celebración del día de Santa Luisa de Marillac, referente del trabajo de Cáritas.
En la víspera de la celebración de Santa Luisa de Marillac (15 de marzo), el voluntariado de Cáritas, sacerdotes y trabajadores se dieron cita ayer, en el colegio Marianistas, para encontrarse y reforzar su compromiso a la luz del ejemplo de Santa Luisa.
Organizaba la eucaristía Cáritas zona Norte. Una presentación audiovisual que mostraba el trabajo de los programas en la zona recibió a las personas que se fueron acomodando en la capilla.
La misa fue oficiada por Esteban Martínez de San Vicente, párroco de la parroquia de San José Obrero, de Abetxuko. Le acompañaban Javier Querejazu, delegado episcopal y Juan Carlos Pinedo, antecesor en el cargo. En el coro, los voluntarios y voluntarias de la zona acompañados a la guitarra por Jesús Mari Arauri, uno de los párrocos de la Unidad Pastoral de Zaramaga.
Somos sal y luz (Mt. 5, 13)
Esta lectura de Mateo fue la escogida por el grupo organizador de la eucaristía. Buscaban transmitir esperanza ‘Vosotros sois la sal de la tierra’ (…) ‘Vosotros sois la luz del mundo’ (…) Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos’.
La homilía arrancó con un breve repaso a la vida de Santa Luisa de Marillac, una mujer ejemplo de dedicación y entrega a los demás. Junto a San Vicente de Paúl, en el s. XVII, Luisa de Marillac vio la necesidad de darle un sentido amplio a la atención de las personas pobres, más allá de la entrega de dinero por parte de las clases pudientes: había que vivir una vida de servicio e inserción. Santa Luisa y San Vicente reunieron a un grupo de mujeres sencillas, a las que formaron para su compromiso con un lema: amar a los pobres y honrarlos como honrarían al Jesús pobre. Santa Luisa de Marillac es considerada la fundadora de la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
En palabras de Esteban Martínez de San Vicente, ‘lo que Luisa vio fue la necesidad de encarnarnos con los pobres; la necesidad no solo de ver, sino también de descubrir con ojos de misericordia a aquellas personas que sufren pobreza y marginación: personas sin trabajo, sin hogar, emigrantes, refugiadas…’
Este mensaje enlazaba perfectamente con la lectura de Mateo: ‘Somos sal y luz. No podemos solucionar todos los problemas, pero desde nuestro compromiso cristiano, como voluntarios, podemos dar esa punta de alegría, esa chispa desinfectante que es la sal. Podemos ponernos siempre junto a los pobres, defender la igualdad y la justicia. Ser críticos con los que critican a los pobres. Tenemos que ser sal y luz. No perdamos la esperanza porque podremos acercarnos mucho más a los necesitados’.
Mujeres libres
La eucaristía terminó poniendo en valor el compromiso para este curso adquirido por Cáritas zona Norte de estar alerta ante las situaciones de violencia contra las mujeres. Por este motivo, la Cáritas organizadora compartió una presentación – homenaje a las mujeres, sumándose al anhelo de ‘mujeres libres con derechos en la tierra’, mientras se escuchaba de fondo el tema ‘Voz de mujer’ de Fabiola Torrero.
Una frase resumen, como colofón de esta primera parte del encuentro de Santa Luisa de Marillac: ‘Vayamos con caras alegres, caras de esperanza. Porque somos sal y luz, capaces de hacer muchas cosas’.
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